Norbert Bilbeny se mete en la intrincada red de malentendidos entre honestidad y honradez. “En tiempos de Franco la honestidad, en el sentido auténtico de la palabra, salvaba de ir a la cárcel, mientras que la honradez, traducida en ciertos actos de rectitud moral, podía llevar a ella… La confusión actual entre honradez y honestidad lleva, por ejemplo, a no saber si la acusación de ser “indecente” o “impresentable” es por faltar a lo primero o a lo segundo.”
La honestidad.