Si la evolución es la ampliación de la conciencia, la ampliación del espacio permite la evolución y, por tanto, la ampliación de la conciencia.
Giovanna Mérelo Rosciano diserta sobre la perspectiva antropológica de la Femiarquitectura o
Arquitectura Post-masculina, caracterizada por la incorporación a la arquitectura de los valores considerados como femeninos: “los que condicionan a formas circulares, espacios comunes para la preparación de alimentos y trabajos artesanales, poca jerarquización de espacios especiales para rituales y ceremonias, prácticamente una igualdad en cuanto a pertenencias, funcionalidad extrema de los espacios y, sobre todo, posibilidad de compartir en común la vigilancia y crianza de los hijos”.
En palabras de la autora, la Femiarquitectura y el Femiurbanismo significan la “expresión integral del ser humano: hombre y mujer, sexo y género, manifestación de valores masculinos y femeninos en adecuada armonía y no dominancia de unos sobre otros”.