Que los interesen que mueven a Estados Unidos y sus aliados a atacar Irak no son en absoluto la posibilidad irrisoria de que ataque al mundo con sus armas químicas lo prueba que, agotada la excusa de la negativa a que entrasen los inspectores de la ONU, ahora se buscan otra:
Límites variables, de Eduardo Barajas Sandoval: “Porque la solicitud unilateral de renuncia al Jefe de un Estado reconocido en la sociedad internacional, y el llamado abierto a derrocarlo, contradicen principios elementales por los que tanto han luchado los líderes de la gran nación norteamericana a lo largo de la historia. Y porque con ello se introduce un elemento que se puede interpretar como amenaza potencial para todo aquel que no comulgue con los propósitos del equipo actualmente en el poder.”