“Desde que la muerte vino traída por la palabra, quiso hacerla oscura para decir la verdad, darle sombra, hacerla atravesar por un terrible enmudecimiento para que regresara, enriquecida, a la luz del día,” dice
Josep Massot de
Paul Celan, un poeta radical, intenso, difícil. Llevo un par de semanas leyendo a Celan y no me parece un poeta para hoy. No estamos en ello. Es como si leyera un mensaje cifrado al futuro, y es imposible situarse en el futuro. Además, he de leerlo en español, en inglés, a veces en francés, y eso tampoco ayuda. Pero hay que leerlo.
El cielo como abismo.