El Palacio de Versalles es el marco para una exposición de Jeff Koons, evento que ha organizado una buena polvareda en Francia por lo que pueda suponer de irreverencia el mezclar lo más clásico y tradicional con el arte más moderno y kistch. Juan Pedro Quiñonero nos lo cuenta, y explica además las controversias políticas y económicas que rodean a la exposición: Koons y Cicciolina copulan en Versalles.
«Edouard de Royère teme que la arquitectura y el arte noble, que Versalles y sus jardines encarnan para la más alta tradición francesa, hayan sufrido un “ataque inquietante”, ya que, en este caso, “el arte contemporáneo viene a sembrar la distracción y la destrucción en un conjunto armonioso y perfecto”.
Jeff Koons aporta al “arte contemporáneo” la producción industrial de muñecos de plástico y vidrio, flores y animales artificiales, muñecos de fibras metálicas, “instalaciones” de seres humanos que son “copias perfectas” de seres humanos “auténticos”, seres de ilusión y pesadilla que vienen de las grandes factorías de Cinelandia y Hollywood, y el artista toca con su maquillaje propio para venderlos a precios siempre más altos, contando con la complicidad de gestores, managers y expertos en marketing publicitario.»
2008-09-08 14:07
Marcos,
Incontables gratitudes…
Q.-