Controvertido artículo de Jens Laurson y George Pieler (ojo con la traducción) en el que defienden la reciente legalización en Sudáfrica del comercio de marfil como una medida que repercute positivamente en los elefantes y contribuye a mejorar la economía de los más pobres: El comercio legal de marfil es bueno para los elefantes.
«Pero hay una razón más para que la Cites relajara el embargo comercial de marfil por primera vez desde 1989: porque el comercio de marfil es bueno para los elefantes. No es lo que uno pensaría, por supuesto, pero un elefante bien abatido es una especie bien protegida. Es simple: cuando los productos derivados de cualquier especie tienen valor de mercado, la gente tiene un buen incentivo para conservar y proteger esa especie por su valor económico. No haber tenido esto en cuenta fue una de las razones por las cuales la aplicación aislada de políticas proteccionistas ha fracasado tan a menudo y tan estrepitosamente. Michael Norton-Griffith, el economista y ecologista de Kenya, señala el hecho de que las tierras puestas en producción económica tienen una ventaja natural sobre las no explotadas. Si el comercio legal de productos de las áreas protegidas o de especies protegidas se liberaliza, los hábitats naturales para la captura de trofeos de caza mayor, cueros de cocodrilo, bosques tropicales, lana de vicuña, peces exóticos y otros bienes naturales podrían competir muy bien. »