Por desgracia, la actual crisis que empieza nada o muy poco tiene que ver con gobiernos locales, salvo quizás por lo que han contribuído a no cambiar el modelo general en el que todo el mundo Occidental está inmerso. Antoni Gutiérrez-Rubí recuerda la cumbre de la OCDE del pasado junio en la que se apremió a un cambio de rumbo radical en la economía global, y se apuntó a las TIC como una posible vía de escape: Menos ladrillo y más Internet.