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Alimentos y sabores en peligro de extinción

Maite Zudaire informa sobre Alimentos y sabores en peligro de extinción, una lista de 750 productos que por distintos motivos (intereses comerciales, problemas ecologicos, cambios de hábitos alimenticios…) están desapareciendo del panorama gastronómico mundial.

«Son varias las causas que están llevando, día a día, año tras año, a la pérdida de alimentos y de sabores, y con ello a la desaparición de nuestro acervo culinario de multitud de recetas y comidas tradicionales. La industrialización de los procesos de producción y cultivo que tiende a la homogeneización de los métodos productivos; la presencia de razas muy productivas (vacas lecheras frisonas, gallinas ponedoras blanca Leghonr o cerdos blancos de largo crecimiento) que sustituyen a muchos animales de granja la poca rentabilidad de la producción y distribución de ciertos alimentos propiciada por el dominio de grandes multinacionales; la sobreexplotación pesquera que afecta a especies muy conocidas y consumidas (bacalao, atún rojo, lenguado y merluza, entre otras); el cambio de hábitos y de gustos entre los consumidores, o el elevado precio de los productos poco demandados, son entre otras, las razones que conducen a esta situación.»

Marcos Taracido | 23/08/2008 | Artículos | Gastronomía

Comentarios

  1. Cayetano
    2008-08-23 12:55

    He llegado a un punto en el que no queda más que reirse. De todos (incluso de mi mismamente). Gracias al modelo económico y la educación en hábitos de consumo son posibles los beneficios de muchas empresas que luego montan fundaciones para explicarnos la supuesta desaparición de sabores y alimentos.

    Tengo que recordar a la tal Maite Zugaire que a poca distancia de la Fundación existen pequeños mercados y agricultores que soportan la infamia y la presión del mecenas que alimenta su pluma.

    La madre que los parió. Puritito marketing

  2. Marcos
    2008-08-23 21:23

    Por si alguien se pierde, el artículo está publicado en la revista Consumer, de Eroski, la empresa de supermercados. Obvio, Cayetano, tienes razón, pero: ¿el artículo está bien, dice algo cierto? Porque si la respuesta es positiva, estamos ante otro dilema, casi más endiablado que el que tú apuntas.

    Saludos

  3. Cayetano
    2008-08-23 22:04

    Pienso en local, cada vez soy menos cosmopolita. Me explico. La construcción del centro de Eroski de Abadiano supuso, tras un largo proceso judicial, la desaparición de una explotación ganadera. Ademas del centro de consumo hay un precioso polígono industrial. Bien.

    No pretendía descalificar el artículo en sí mismo al criticar el medio donde la autora escribe. Solo señalo el hartazgo que me produce el fingimiento y la palabrería. el artículo ddice cosas ciertas y verdaderas. ¿Qué arreglamos con eso?. Ya estamos informados, queda molón, cool, cosmopolita, etc eso de Slow food, slow travel , detrás se esconde algo mucho peor y quien sepa algo del proceso inmobiliario y comercial del polígono industrialdonde se asienta el centro que financia la Fundación sabrá de que hablo. Pero de esto no nos informa la revista Consumer.

    Diría más , mucho más, pero no merece la pena, es inútil. Ellos ganan y tampoco tiene demasiada importancia. Ahora toca vender un producto etiquetado Slow food, slow travel

    Ya lo teníamos, era gratis, hasta que vinieron Ellos y lo destrozaron. (Eso si, la etiqueta, las formas, la imagen, tiene muy buena pinta)

    Saludos

  4. Miguel A. Román
    2008-08-24 02:27

    Je, esta chica y los del slowfood han inventado la pólvora. Y yo que creía que eso que cuenta llevaba pasando 10.000 años (no digo yo que más por ceñirme a la historia escrita).

    Hombre, es cierto que casi todos los españoles hace pocos años comíamos ollas con algo más de vaca que carnero, ejundiosos duelos y quebrantos y algún palomino de añadidura los domingos. Total, 300 años.

    Don Quijote, el pobre, jamás probó ese tradicional tomate vasco, pues su cultivo llevará dos siglos escasos por estos lares.

    Más o menos lo mismo que la patata, que los franceses descubrieron que era comestible hace 250 años (vale, lo españoles ya lo sabíamos).

    El pimentón y el pimiento llevan con nosotros 400 años, lo mismo que el maíz. El arroz, el azúcar, los melocotones y las naranjas, un milenio… aunque esas naranjas, que eran amargas, están casi extintas, porque los oscuros intereses de las multinacionales del abasto del siglo XV decidieron cargarsela y sustituirlas aviesamente por las naranjas dulces que trajeron de china. Pa matarlos ¿no?

    Arranquemos ahora mismo los naranjos y mandarinos y volvamos a la tradicional naranja amarga. Erradiquemos la soez papa invasora y regresemos al sabroso y erógeno nabo, acabemos con los cultivos de arroz y hagamos la paella con trigo, que es como debió ser antes de los árabes, prohibamos el pernicioso azúcar y endulcemos nuestros cafés con dos cucharaditas de miel… como se ha hecho siempre ¿no?

    Vamos a ver. Las grandes multinacionales de la alimentación no son unos santos pero tampoco son tontos, si algo se vende no faltará de los estantes. La culpa de que los alimentos desaparezcan, en mi humilde opinión, es del consumidor, tal vez como víctima de unos comportamientos sociales que le condicionan, eso que lo digan los sociólogos. Pero es que siempre ha sido así. El consumidor manda. Algunas grandes superficies lanzan líneas de productos minoritarios de alta calidad… que terminan por tirar caducados porque la gente no los compra. Tuve hace unos meses ese problema con un proveedor de hierbas aromáticas naturales y frescas… muchas de las cuales ha dejado de cultivar porque “no hay mercado”... total que me quedo sin mi toronjil y mi eneldo.

    Por cierto, el eneldo era una planta mediterránea…. que hoy casi no se cultiva en esta zona mientras que los nórdicos la adoran. ¿La culpa?

  5. Cayetano
    2008-08-24 11:55

    Si bien es cierto que, como señala Miguel A. Román, los hábitos de consumo son tambien una cuestión sociologica y cambian a lo largo de los años, no es menos cierto el poder “educativo” vía publicidad y estudio de comportamiento de “consumidor” que aceleran los cambios de esos hábitos. Cambios orientados a la mejora de las cuentas de resultados de los distribuidores, no necesariamente de la “calidad” de vida de consumidores y productores. Esa dinámica perversa convierte la vida de quienes no pueden escapar en cualquier cosa menos lenta y tranquila.

    No había dicho nada, pero es necesario ahora, el nombre de la autora es Maite Zudaire, esencialmente una urbanita titulada. ¿Descalifica esto su opinión? Yo creo que no, pero la inhabilita, de momento para la producción (lenta) de alimentos de “calidad”, es decir que además de sabor se producen en condiciones razonablemente sostenibles.

    Mi mosqueo procede de otro asunto. Estoy asistiendo a la desaparición de varias explotaciones agrícolas tradicionales con las que mantengo vinculos afectivos. Acabada la presente generación se acabaron los placeres de verduras, frutas, huevos, leche y queso cuyos sabores forman parte importante de mi vida.

    Los sabores “alternativos” que me ofrece la industria agroalimentaria no me gustan demasiado, me preocupa que dentro de unos años sea imposible elegir: por razones económicas o porque han desaparecido estos productos.

  6. Marcos
    2008-08-24 12:34

    Cayetano, yo apenas encuentro sitios en los que la fruta no sea “de cámara” y se pudra al día siguiente de comprarla; encontrar tomates que sepan a algo es tarea casi imposible. Estoy de acuerdo, más o menos, con tus argumentos, pero no con el inicial: bien que Eroski contribuya a todo eso, pero insisto sobre lo mismo: ¿es razonablemente acertado el artículo? Román apunta argumentos parcialmente en contra, y me parece bien, pero ha de atacarse por ahí, y no por el patrocinador del artículo.

    Saludos

  7. Cayetano
    2008-08-24 13:38

    A ver Marcos. Eroski tiene varias líneas de productos relacionadas con el comercio justo y la producción ecológica, su objetivo es satisfacer una demanda de un pequeño segmento del mercado. Quien patrocina el artículo tiene su importancia porque Eroski (y otras grandes empresas de distribución) han contribuido a implantar un modelo de consumo delirante.

    Ante la presión y mayor concienciación de la población (en el fondo un apetitoso segmento de mercado) es oportuno crear una Iberdrola Verde o lineales ecologicos y comprometidos socialmente.

    La creación del complejo industrial donde se asienta hoy el centro de Abadiano, además de la desaparición de las explotaciones agrícolas, supuso la construcción de un acceso para vehículos que cambió la fisonomía de la zona.

    El poder de este y otros centros en la comarca derivan en un monopolio casi absoluto en la distribución. Por supuesto que los consumidores han decidido que estos centros comerciales son “mejores” y que los productores y comerciantes locales eran mucho “peores” y más caros. Las cosas están cambiando poco a poco.

    Sin embargo las “facilidades” y prebendas de las que durante años han disfrutado estas distribuidoras para implantarse en la comarca se convierten en trabas cuando productores y comerciantes locales intentan desarrollar sus iniciativas.

    No es lo mismo que me hablen de o sobre la libertad José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia o Antonio García Barón.

    Está todavía por ver que la revista consumer promocione a un Panadero de Irazola, a un Hortelano de Arriaundi o a los mercados semanales que se celebran en la comarca, actores insignificantes que se mueven en su entorno cercano. Competidores a eliminar mediante legislaciones sanitarias y fiscales de dudosa imparcialidad.

    No se trata de que yo argumente ad hominem sino contra los mensajes que emiten algunas empresas cuya intención es, fundamentalmente, crear una corriente de opinión favorable a sus intereses.

    La actuación de Eroski en Abadiano puede ser cualquier cosa, pero es obvio que no ha favorecido en absoluto los principios que publicita el artículo. Estoy un poco cansado de esa corriente de opinión en la que no se cuestiona la “calidad” del emisor de información.

  8. Cayetano
    2008-08-24 13:45

    Hay más, pero solo un apunte. El centro comercial citado (su construcción) está muy relacionado con un entramado societario (no me atrevo a llamarlo mafioso, pero incluye a la empresa que explota las canteras de mañaria) que no se caracteriza precisamente por sus bondades medioambientales y tal. ¿Y esto que tiene que ver con el artículo? Nada. Salvo con la cola de pegar los carteles que nos anuncian Una Nueva Sociedad, eso: Anuncian.

  9. Marcos
    2008-08-24 13:50

    A ver, Cayetano, si consigo explicarme, porque este es tema viejo y, casi casi, lucha personal mía: si el diario La Razón publica un buen artículo de Fulanito o Menganito sobre la importancia de la justicia, la libertad y la democracia, ¿debo reseñarlo? ¿O por el contrario debo obviarlo porque el diario en el que aparece publicado es, digámoslo así, poco propicio a todos esos valores?

    Saludos

  10. Cayetano
    2008-08-24 14:17

    No he dicho nada sobre si se debe o no reseñar un artículo en función del emisor (dios me libre de hacer tal cosa). Me costa que los responsables de la revista consumer son bastante independientes y que hacen un muy buen trabajo, especialmente en su sitio web. Sus análisis de producto son pioneros y tienen justa fama. Pero la pasta la pone Eroski, donde son conscientes de la importancia que tiene la apariencia de independencia de la revista. Esto por un lado.

    Pero la imagen de una gran superficie echando piedras a su propio tejado no me cuadra del todo. Obviamente puedo estar equivocado o algo paranoico. Eroski tambien financia algunos proyectos de producción ecológica, educación consumerista, etc. Es posible que sean buenos chicos y yo no quiera reconocerlo.

    Pero es evidente que quienes hacen la revista consumer realizan un magnífico trabajo. ¿Podrían hacerlo sin financiación? posiblemente no. Problema difícil.


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