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Barajas

Quizás es pronto para decirlo, y quizás ni siquiera vaya a ser este el caso, pero Jesús Gómez Gutiérrez advierte que el modelo económico actual, con una presión salvaje sobre los trabajadores en beneficio de la competencia y la productividad, puede estar detrás de accidentes como el de Barajas.

«Humo sobre el cielo de Madrid. Ciento cincuenta y tres personas, según las cifras de esta madrugada del jueves, han muerto carbonizadas en un extremo de la tierra de nadie y de nada que llamamos Barajas. Un accidente. Y habrá que esperar a las cajas negras y a la investigación. Pero hay familiares de las víctimas que afirman haber recibido llamadas antes del despegue: «El avión tiene fallos, algo no va bien», le dijo su hermana a Fernanda. Y el avión despegó.»

Marcos Taracido | 21/08/2008 | Artículos | Crítica social

Comentarios

  1. Cayetano
    2008-08-21 12:32

    Si bien es verdad que existe una presión salvaje sobre los trabajadores en beneficio de la competencia y la productividad , no es menos cierta la presión salvaje por parte de los clientes y/o consumidores. Esto ocurre en todos los ámbitos, desde el precio del hosting, pasando por los equipos informáticos y acabando en el papel higiénico (lo del precio del papel es para dar de comer aparte).

    Si hacemos caso al autor del artículo podriamos añadir muchos más muertos: los producidos por la codicia y la total falta de ética … etc.

  2. Marcos
    2008-08-21 12:35

    Claro, Cayetano, es que los consumidores formamos parte del sistema económico y contribuimos, más o menos conscientemente, a su escalada.

    Saludos

  3. Cayetano
    2008-08-21 13:19

    Hola Marcos, es que ayer mismo comentabamos un hecho curioso (por decir algo). Aquí mismo suceden cosas como 66 horas semanales por 600 euros al mes o el caso de la propietaria del restaurante de Izurtza llamada a declarar por graves irregularidades de contratación de mano de obra ilegal (manda huevos tener que usar un lenguaje correcto para evitar demandas).

    Pues bien, en este último restaurante la clientela no ha bajado, aún conociendo el hecho. Buen servicio a precio razonable, lo demás no importa. Como tampoco importa de donde procede o como se fabrican los productos que compramos.

    El sabado pasado (mercado semanal de Durango) hablaba con un agricultor ecológico local que vende sus productos a muy duras penas, en competencia con los puestos cercanos que comercializan fruta y verdura “industrial” ... El precio, tonto, es el precio … ;)

    En esto estaba pensando tras leer el artículo y escribiendo mi nota. En fin. Hay esperanzas, de alguna forma siempre hay pequeños circulos o redes donde poder sobrevivir con algo de decencia. Supongo

  4. Jose
    2008-08-22 19:49

    Yo no sé si este caso en concreto ha sido causado por lo que comentais, pero recomendaría de todas formas ver la película argentina (creo) “Whisky Romeo Zulu” que trata las presiones a las que se ven sometidos los pilotos y el personal en general de ciertas compañías pequeñas, y lo que acarrean finalmente. Está basada además en un caso real.


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