Noel Ceballos referencia la miniserie norteamericana The Line para hablar de lo que significa una cola de gente como la que se vivió con el estreno de La amenaza fantasma en los EE.UU. Cuenta cómo la cola puede llegar a ser un elemento “vivo” que va más allá de su mera función de “esperar para entrar a un evento”. Enfilados.
«El 30 de abril de 1999, Khari Crowder, empleado de una emisora local de San Francisco, se sentó delante de la puerta del Coronet Theater, desenrrolló su saco de dormir y se preparó para pasar los siguientes veinte días exactamente en la misma posición. La leyenda habla de fans que incluso llegaron a pasar un mes completo en la misma vigilia: por supuesto, estoy hablando de la cola para ver “La amenaza fantasma”, un verdadero acontecimiento generacional que, finalmente, llegó a adquirir tintes de Pearl Harbor geek cuando los fanáticos entregados consiguieron entrar a ver la película… y comprobaron que les había decepcionado. No obstante, el ritual de la cola se volvió a repetir con el estreno de las dos siguientes entregas, llegando a batirse el récord de los 45 días con “Star Wars: Episodio III. La venganza de los Sith” (2005).»