En En busca de nuevos procesos de lectura hace un repaso a los distintos métodos históricos de lectura para concluir que el lector actual está cambiando su forma de leer y con ello cambian los modos de escritura; no estoy muy de acuerdo con varias partes de su argumentación, pero merece la pena.
«Y con ello el lector cambió. Transformó la idea que durante más de mil años teníamos del hombre de letras. Ya no se busca ser un lector callado, al revés, ahora el fin es que mientras las palabras brincan en el monitor, la música esté a todo volumen –rompiendo la frase de Sor Juana “oyeme con los ojos pues me quejo muda”-, en otro espacio el reallity show casero, que se llama youtube, en la siguiente página algún centro informativo y porque no, abajo, titilante, la conversación con algún amigo o pareja. Todo a la vez que lee el Primero sueño, la obra de Kierkegaard o de Stephen King. Sé que suena espeluznante, nosotros, o al menos yo, somos anacrónicos.»