q256 (sic) escribe un interesante texto sobre las videoconsolas que se quedan obsoletas, algunas veces por cuestiones puramente de compatibilidad pero otras, muchas, simplemente por un problema de percepción del consumidor. El mercado de los videojuegos, la obsolescencia planificada y la obsolescencia percibida.
«En cuanto a la obsolescencia percibida, esta se produce no porque el antiguo modelo haya dejado de desempeñar su función, sino porque la maquinaria publicitaria se pone en marcha para crear en el consumidor la necesidad de poseer el último modelo, aunque sus nuevas características sea en la mayoría de las ocasiones superfluas. Nuestra vieja máquina, simplemente, se ha quedado obsoleta.
El ejemplo más claro y reciente de obsolescencia percibida lo tenemos en el lanzamiento de la consola Nintendo DS Lite. Se trataba de un nuevo modelo que, en cuanto a capacidades técnicas, era igual que su predecesor (podía utilizar los mismos juegos), pero contaba con una pantalla mucho más luminosa, un tamaño menor y, como punto clave, un diseño claramente superior.»