Nos cuenta Txetxu Barandián que por fin parece que se deja atrás esa visión de que no había crisis en el sector del libro (apoyada, además, en datos del año pasado). En Crisis en el sector del libro. ¿Quiénes la sufren? Txetxu entresaca conclusiones y preguntas del primer artículo en el que los editores reconocen que sí, que la crisis ronda: El libro también sufre la crisis=.

[De «El libro también sufre la crisis»]
«La crisis ha llegado también al libro, aunque algunos editores se resisten a reconocerlo y la opacidad informativa impide dar cifras incontestables. Tras un primer semestre boyante, todas las fuentes consultadas coinciden en que mayo, junio y julio han sido peores de lo habitual —“terroríficos”, puntualiza el editor de Tusquets, Antonio López Lamadrid—, que las devoluciones tras este trimestre han sido altas y que se teme que septiembre y octubre sean duros. “Han sido como cruzar un desierto”, añade el consejero delegado de Random-House Mondadori, Riccardo Cavallero.
En lo que no hay unanimidad es en la respuesta a esta situación: mientras muchas editoriales apuestan por restringir el número de novedades, recortar las tiradas y contener los precios y aventuran un batacazo a quienes no se apreten el cinturón, otras apuestan por mantener toda su oferta, confiando en que una buena campaña de Navidad bastará para cerrar el año no solo sin pérdidas, sino incluso con cifras positivas. Comprar cuantos más billetes de lotería mejor para dar con el premio: algunos de los 10 o 15 títulos que superan los 200.000 libros vendidos al año.
Olga Cote, directora de la Casa del Llibre de Barcelona, confirma que en mayo y junio hubo “un aumento de las devoluciones de libros no vendidos que se retornan a las distribuidoras más elevado que otros años” y un balance de ventas “peor”.
El director general del Grup 62, Xavier Mallafré, sostiene en cambio que librerías frecuentadas por los compradores habituales, como Laie, Documenta o La Central, resisten, mientras que “el impacto se produce en las grandes superficies”, porque la reducción del gasto familiar “lo que baja es la compra por impulso”.»