J. D. Victoria nos traduce el Retrato de Finnegan, de James Joyce. Si aceptamos que entre el original y la traducción puede haber escasos parecidos, el texto servirá para ver cómo se las gastaba el irlandés, un buen puñado de décadas antes de obras como las de Julián Ríos.
«Granmaistro Finnegan, de la Mano Tartamuda [temblorosa], albañil [constructor] de hombres libres, vivió en el camino más ancho inmarginable en su pocilga d’astatrás iluminada a candela antes de que los jueces joshuanos nos hayan dado números o Helvíticos cometieran deuteronomio (un díayer [de pascua] él severamente [a lo sterne] extrelló su cabeza [dentro] en un tonel para miralavar el futuro de su destino en los rasgos de su cara pero antes de que él con rapidez [a lo swift] la sacara otra vez, por el poder de moisés, la mucha agua [cerveza] fue sevaporada [con maldad] y todos los guenessios han encontrado su éxodo ¡entonces eso debe mostrarle a ustedes qué tipo tan inclinado a la bebida [pintaetíocurdo] era él!) y durante muchos años extraños este hombre [caliente] de artesa, cemento [semen] y edificios [edipicios] en Villæbria apiló miergamasa supra miergamasa sobre las orillas de los líos [ríos] por el Soangso.»
2008-08-20 19:23
¿Por qué “aceptar” que hay “escasos parecidos”? ¿Ya cotejaste el original con esta traducción? Te aseguro que no se trata de una paráfrasis o aproximación, sino de su versión casi literal y palabra por palabra. El río al que se refiere al final es el mítico Hwang Ho (con trece afluentes), a cuyas orillas germinó la civilización china milenaria. De todas formas, gracias por la selección. Atte. El traductor.
2008-08-20 19:53
No ponía en duda la bondad o no de la traducción; con esa frase me limitaba a constatar que, si cualquier traducción es un pálido reflejo del original, traducir ese texto de Joyce es todavía mucho más complicado, por los numerosísimos y complicadísimos juegos con el lenguaje.
Saludos