El apagón analógico en marcha traerá consigo, a su término previsto para 2010, la liberalización de las «frecuencias del espectro en la banda UHF ocupadas desde los años 50 del siglo pasado por las cadenas de televisión», y ya hay una guerra más o menos abierta por hacerse con esas frecuencias: telefonía móvil o wifi son algunos de sus usos. El futuro de las radiofrecuencias de televisión, de Antonio Delgado.
«Económicamente es interesante operar en la parte baja del espectro de frecuencia, ya que este tipo de ondas tiene una mayor facilidad para viajar y atravesar cualquier obstáculo natural o artificial. Por tanto, las empresas pueden conseguir un mayor alcance de las señales con una inversión en infraestructura y repetidores de señal mucho menor. Esto podría suponer para las operadoras de telefonía móvil, por ejemplo, un considerable ahorro en la instalación de antenas de triangulación a la vez que podrían cubrir mucho más fácilmente zonas rurales que dejarían de estar fuera de cobertura. Por otro lado, dejar este espectro en manos de la comunidad de usuarios también podría beneficiar multitud de iniciativas colaborativas y de comunicación entre personas que no necesariamente implicasen el pago de tarifas.»