Max Vergara Poeti se acerca a la peculiar y extravagante figura del artista y cineasta Julian Schnabel, director de una pequeña joya de la cartelera del año pasado como La escafandra y la mariposa. Uno de los últimos excéntricos
«Es curioso que un hombre como Schnabel, lleno de energía vital, haya decidido hacer una película sobre la inmovilidad. Pero fue justamente ese reto lo que más lo entusiasmó: “Quería mostrar la transformación de Bauby en la pantalla sin ser aburrido o cursi. Así que inserté imágenes que no necesariamente se conectaban con su discurso. Por ejemplo, cuando decidí poner imágenes de avalanchas de nieve o de glaciares derritiéndose en el mar de Alaska. Quería que el espectador se conectara con ese espectáculo visual y lo asociara con lo que sucede en la imaginación de Bauby. Algo que es desconcertante y retador, pues hay que hacer un esfuerzo. Odio las películas que te dan todo masticado y que te sientas a ver sin cuestionarte nada”.»