Ah, los eufemismo son, en el campo lingüístico, lo más parecido a una droga: empiezas a usarlos y, cuando te das cuenta, ya no puedes dejarlos y cada vez los utilizas más, y más, y más. Lois Blanco escuchó ayer al presidente Zapatero defendiendo que las cosas van menos bien y cree que asistió a la narración de un cuento de hadas: Es inocente.
«La comparecencia de Zapatero en el Congreso, forzada por la oposición, fue como un cuento infantil. Un protagonista inocente, ingenuo y bondadoso contra el que se ha unido el capitalismo internacional para arrebatarle el poder y chuparles la sangre a los más débiles. Pero los malvados no ganarán, porque él es el presidente valiente, con los valores clásicos del príncipe del cuentos, que afrontará las dificultades y al final, allá para dentro de unos años, el pueblo le volverá a entregar su confianza en otras elecciones generales.»