Rinzewind escribe un reportaje recordando el centenario de la explosión junto al río Tunguska, en Siberia. Del cielo cayó “algo” que arrasó 2000 kilómetros cuadrados de bosque e iluminó el cielo ruso casi durante dos meses. 100 años de Tunguska.
«La primera expedición a la zona tuvo lugar en 1927 de la mano de Leonid Kulik. Cerca de 2000 kilómetros cuadrados de bosque habían quedado destruidos por lo que quiera que fuese que había caído del cielo, y lo único que quedaba para contar la historia fueron los restos arrancados de los árboles y los testimonios de los testigos. Algunas de estas declaraciones fueron incorporadas a un programa del Planetario de Madrid dedicado a los asteroides y otros cuerpos menores hace ahora 10 años: “en el norte el cielo se abrió en dos y sobre el bosque pareció que todo se cubría de fuego, hubo una enorme explosión y se oyó un gran estruendo. Aquello me lanzó a unos seis metros de distancia del porche. El estruendo fue seguido por un ruido como de piedras cayendo del cielo, o de escopetas disparando. La tierra tembló y me cubrí la cabeza porque tenía miedo de que las piedras me golpearan. En aquel instante, cuando el cielo se abrió, un viento caliente, como el de un cañón, pasó entre las cabañas desde el norte.”»