El gobierno del primer ministro italiano Silvio Berlusconi ha dado vía libre a la creación de un censo de gitanos en Italia para “ahorrar tiempo” en el caso de que cometan un delito. Un censo por cuestiones étnicas, sí, no es una mala broma, ni tampoco que la UE no mueva un dedo al respecto. Lo cuenta Viola Fiore. Italia tiene miedo (infundado) a los gitanos.
«El gobierno de Berlusconi, que desde que ha llegado al poder prometiendo una línea dura contra los inmigrantes clandestinos y los criminales, dos categorías que en Italia parecen ir siempre juntas; ha tenido muy buen olfato para subirse al tren del racismo. Entre las medidas dispuestas para enfrentarse a la llamada ‘emergencia gitana’ están las fichas policiales: por el momento en Lombardía (región del norte de Italia) se han recogido los datos de todos aquellos considerados como pertenecientes a esta etnia.»