Hoy entra en vigor en España el canon que obliga a pagar a todo ciudadano que compre soportes de grabación o almacenamiento digital un impuesto en previsión de posibles copias privadas. Manuel M. Almeida analiza las múltiples contradicciones de un canon que beneficia en exclusiva a una entidad privada. El canon, ¿vía libre para las descargas?.
«Desde esta posición, estos grupos batallan desde hace tiempo por subvertir el orden legal español con el objetivo de rentabilizar cualquier movimiento cultural que se produzca, ya sea P2P, un concierto benéfico, un bar donde se reproduzca música copyleft o una boda. Sus campañas de ‘formación’ de policías, jueces y políticos van dirigidas en ese sentido, y no podemos decir que con escaso éxito. Los partidos, tanto en el Gobierno como en la oposición, han hecho suyas estas reivindicaciones, desarrollando continuamente campañas ‘antipiratería’ y endureciendo paulatinamente las leyes en una espiral que amenaza con desembocar, en un futuro a muy corto plazo, en una ofensiva muy similar al ‘modelo Sarkozy‘ francés. Es decir, llevando a sus últimas consecuencias la defensa del interés particular de un sector moribundo frente al interés general de la ciudadanía.»