Un nuevo ejemplo de cómo la libertad de expresión se cae a pedazos:
De cómo un juez puede cerrar un medio de comunicación es un artículo de José García Abad en donde explica cómo la nueva ley y el caudillaje que el Partido Popular lleva en los genes van a cerrar el semanario
El siglo: “La libertad de expresión se ha puesto muy cara para todos pero se hace prohibitiva para los pequeños medios, que son esenciales para garantizar el pluralismo por su independencia de los poderes públicos y de los grandes grupos económicos. Hasta hace poco predominaba la idea de una cierta indefensión de los personajes públicos, políticos y no políticos, respecto a los abusos de la prensa. El delicado equilibrio entre el miedo al periodista y el miedo del periodista se ha decantado claramente en perjuicio del profesional de la prensa.”