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El nuevo exilio interior

Javier Martín Ríos escribe un texto duro y polémico señalando con el dedo las políticas lingüísticas de las regiones que cuentan con dos idiomas co oficiales y acusa a aquellas de tratar de impedir a los autores que escriban en la lengua que sienten como propia. El nuevo exilio interior.

«¿Por qué ese desprecio hacia el bilingüismo real? ¿Por qué no aceptar la realidad lingüística plural en la que vivimos o en la que se vive en determinadas comunidades autonómicas? Ya han sido muchos escritores los que han dicho que la verdadera patria de un escritor es la lengua en la que éste escribe, pero olvidamos decir que las patrias están formadas por individuos que hablan una o varias lenguas y a estos individuos, entre ellos los escritores, nadie les debería quitarle el derecho de acceder a los mismos privilegios civiles que cualquier otro ciudadano del lugar en el que vive, y menos aún por expresarse en la lengua en la que ha hablado y pensado durante toda la vida, ya sea ésta el castellano, el catalán, el euskera o el gallego. A fin de cuentas, a la hora de pagar impuestos todo el mundo pasa por la misma taquilla. ¿No deberían repercutir estos impuestos por igual en el beneficio de todos los ciudadanos? Con la falacia de que un país se construye con la aceptación de una única lengua oficial, los nacionalistas más radicales han entrado de lleno en una guerra literaria que casi nadie quiere ni desea.»

Alberto Haj-Saleh | 16/06/2008 | Artículos | Lengua

Comentarios

  1. Xoán
    2008-06-16 17:55

    Acaso se puede escribir y publicar en gallego, catalán o vasco con apoyo económico del gobierno autónomo andaluz? O del gobierno español, sin ir más lejos? Si Galicia, Cataluña y el País Vasco no apoyan a los escritores que escriben en sus lenguas propias (de esas comunidades, según los respectivos estatutos), quién lo va a hacer?
    No serán esas comunidades con sus políticas lingüísticas las que están defendiendo el bilingüismo (o el plurilingüismo) real, por utilizar los mismos términos de Javier Martín Rios?
    Alguien de verdad se cree que los escritores en lengua española no pueden utilizar su idioma libremente en el Reino de España? Y que no tienen suficientes instituciones que los apoyen? Aún hay quien crea que Madrid o Granada, por ejemplo, son territorios “libres de cualquier política lingüística”? Los granadinos, aquellos que viven y pagan impuestos en Granada, sean oriundos de donde sean, tienen apoyo de sus instituciones para escribir y publicar en la lengua “que sientan como propia”, aunque esa lengua sea, pongamos por caso, el gallego, lengua cooficial (y también española)?
    No es verdad que los nacionalistas siempre son los otros?
    P.S: No coloco interrogación inicial porque mi teclado no tiene. Escribo desde el exilio exterior.

  2. Alberto
    2008-06-16 18:15

    No te falta razón en algunas cosas. Pero en otras no estoy de acuerdo. Para publicar con ayuda subvencionada de la región en la que vivo, Galicia, tengo que escribir en gallego. Aunque sea andaluz y me haya mudado y aún no domine la lengua. Aunque cuando la domine quizás siga expresándome mejor en castellano. Luego la región gallega no me da las facilidades de escribir en la lengua que yo quiera. Lo lamento pero no es así. Lo vivo a diario.

  3. José Manuel Fernández
    2008-06-16 19:01

    Por momentos pensé que se refería a los valencianos que desean cursar estudios superiores en su lengua materna. ¿A dónde han de emigrar éstos?

  4. María José
    2008-06-16 19:03

    Pues yo creo que el problema es el apoyo institucional, que cada uno escriba en lo que quiera y les compren los libros los lectores que los entiendan.

    Xoán, ser bilingüe es un lujo que consiste en que te es indiferente la lengua en la que se escriba porque eres capaz de entender y valorar las dos, así que no sé qué se gana con penalizar una de ellas. En Granada no se puede valorar a un escritor que escriba en gallego o en catalán porque no se es bilingüe, se puede entender hasta cierto nivel, pero no más. Claro que el objetivo no se sabe si es incentivar la calidad literaria o cualquier otra cosa.

    Es normal que si vas a trabajar en una de las comunidades bilingües se valore (no de la forma excisiva en la que se hace) que sepas las dos lenguas, ahí tienen ventajas los que son bilingües, tienen más oportunidades de trabajo tanto es sus propias comunidades autónomas como en otras. Si un escritor escribe en su lengua, sólo lo pueden valorar en sus comunidad autónoma y al que escribe en castellano en todas y en hispanoamérica. Esa es la realidad, lo demás es forzar las cosas de una manera que a mí me parece antinatural. Claro que con el dinero institucional uno no deja que las cosas sigan su curso sino que las fuerza según los intereses de cada momento.

  5. Xoán
    2008-06-16 19:38

    No te niego, Alberto, que sea así. Sólo quería mostrar que es así para todos, en todas partes, y no sólo en Galicia, Cataluña y el País Vasco.
    Con ayuda subvencionada del gobierno autónomo de Galicia, sólo si escribes en gallego. Con ayuda subvencionada del gobierno autónomo de Andalucía, sólo si escribes en español (claro que para escribir en español puedes tener ayudas también de otras instituciones, otros gobiernos autónomos, ayuntamientos, el ministerio de cultura, etc.; para escribir en gallego, como sabes, con excepción de algunos municipios gallegos, no).
    El gobierno andaluz tampoco me daría las facilidades, en el caso de que yo viviera allí (lo que, dicho sea de paso, no sería mala idea), de escribir en la lengua que yo quiera, para que valore mis escritos quien pueda (o quiera poder, aunque después siempre existen las traducciones, María José). Se me dirá que Galicia es España, donde la lengua oficial (de verdad, no cooficial) es el español, y que Andalucía no es Galicia. Se me dirá también que los gallegos somos todos bilingües obligatoriamente (lo cual es una riqueza y todo eso y tal y tal…) y que no podemos aducir no dominar el español, lo que no ocurre en Andalucía, donde el bilingüismo en cualquier sentido no deja de ser una personalísima opción. Es verdad. Por eso es por lo que este tipo de cuestiones siempre llevan a acabar hablando de nacionalismos esencialistas y de soberanías, y en esas discusiones normalmente el que defiende una realidad más “natural” e inmutable es precisamente el que menos cuenta se da de ello. En esos términos la discusión me parece interminable.
    Tal vez una buena opción sería plurilingüizar España, reconocer los derechos lingüísticos de todos los hablantes de las lenguas del país en cualquier lugar del Estado (cito el artículo “A fin de cuentas, a la hora de pagar impuestos todo el mundo pasa por la misma taquilla. ¿No deberían repercutir estos impuestos por igual en el beneficio de todos los ciudadanos?”). Lo que hoy por hoy no parece que sea una tendencia con muchos apoyos. Lo que hace el indignado Javier Martín Ríos es darle vueltas a la perdiz de la soberanía política, sin reconocerlo (claro, ¿Andalucía no es un territorio libre de políticas lingüísticas?), y haciendo comparaciones odiosas en las que los malos siempre siempre son los otros.

    PS: Qué tonto, con copiar y pegar se resolvía facilmente el problemilla de las interrogaciones…

  6. Eduardo
    2008-06-16 21:10

    No estoy de acuerdo con el articulo. Las lenguas como el cataln, el gallego o el vasco han de ser defendidas por los gobiernos autonomicos donde se hablan. De lo contrario, desparecen.
    Se de lo que hablo porque, como valenciano, compruebo dia a dia que ese “bilinguismo real” del que habla el autor del articulo es una quimera. El “bilinguismo real” es una realidad diglosica, donde el castellano es la lengua de cultura y prestigio y la otra es la lengua reservada al ambito familiar/rural.
    La imposicion de las lenguas autonomicas y la persecucion del castellano es una vision equivocada y tergiversada, que solo alguien como Rosa Diez y demas ultras son capaces de creer. Por cierto, hay que ser muy ignorante (o tener muy mala fe) para decir que en la television valenciana apenas hay una hora de castellano al dia, cuando es justo al reves. Hay que ser muy indecente (o no tener ni la mas remota idea de la situacion) para afirmar que el castellano esta perseguido aqui, cuando nunca falta el facha de turno que te diga “hablame en cristiano o no te atiendo!!!” en cualquier estacion, oficina publica o comisaria. En fin, que el bilinguismo real es una imposicion absoluta del castellano, y que las autonomias tienen el derecho (y la obligacion, oiga) de defender y potenciar la lengua propia. Que tambien son espanolas, o no?
    P.D. Perdon por la falta de acentos y dieresis, pero como el companero de arriba, yo tambien soy un emigrado exterior.

  7. Lucho
    2008-06-16 23:29

    Entonces, Xoán, ¿los escritores gallegos que escriben en castellano de toda la vida no deberían tener los mismos derechos que los que escriben en gallego? ¿Tienen que irse de Galicia a buscarse la vida? Creo que el autor de este artículo defiende la igualdad para todos y que en literatura se prime la calidad de la escritura, que al fin de cuentas es lo que cuenta. Creo Xoán que no has entendido bien lo que ha escrito este señor. Que se apoye al gallego, al catalán o al euskera, pero que tampoco se olviden de los otros que han escrito en castellano toda la vida.

  8. Alberto
    2008-06-17 11:11

    No te creas que no adivino cierta tendenciosidad en el artículo, Xoan, algo intuyo (que no veo explícitamente), pero yo iba más por lo que dice Lucho. Mira, en el Centro Dramático Galego, que tiene su sede de representación en el Salón Teatro de Santiago, creo que nadie recuerda cuál fue la última obra que se representó en castellano. ¿Eso es porque todos los grupos y las propuestas son siempre en gallego? Evidentemente no. Hace bien poco hablando con dos dramaturgos que han estrenado allí me lo advertían: si quieres una posibilidad de subvención o de que tu proyecto interese búscate a alguien que te traduzca las obras. Pues… no lo veo justo, la verdad.

    Sobre todo, ojo, no veo justo que políticamente se hayan apropiado de lengua, bandera y cultura. Ellos (sí, ellos) tienen la potestad de decidir qué es gallego “de verdad” y qué no lo es. Y me harta un poco.

  9. Miguel A. Román
    2008-06-17 12:44

    Creo que el autor del artículo confunde seriamente dos cosas.

    Las subvenciones y prebendas de los organismos autónomos con lenguas cooficiales NO SON un intento de apoyar la literatura, sino la lengua diferencial del territorio que administra. Y eso me parece cojonudo porque una lengua que tiene presencia escrita es infinitamente más resistente a su deterioro y desaparición, más estable en su gramática y léxico y mayor difusión e interés suscita, tanto entre sus hablantes naturales como en los foráneos.

    Todos los años desaparecen un puñadito de idiomas y la causa principal es que son lenguas de pueblos que no han conocido la escritura, así que no únicamente desaparecen sus hablantes sino es que además nos quedamos todos sin testimonio alguno de su paso por la cultura de la humanidad, lo cual me entristece porque nos empobrece a todos.

    Las autoridades —y los ciudadanos— de esas comunidades tienen el deber inexcusable de hacer todo lo posible por potenciar, cuidar y prolongar la vida util de esos idiomas. Sean o no oficiales, porque hay que recordar que en el territorio español hay lenguas que corren serio peligro de no sobrevivir una generación más sencillamente porque no son oficiales, como el castúo, el bable o el aranés…

    Por cierto, que el gobierno andaluz reiteradamente hace oidos sordos a las voces que piden un apoyo al romaní (Caló) aduciendo que no es seña de identidad andaluza (vale, es cierto, pero la mayor parte de sus hablantes en suelo hispano son andaluces) e incluso algún ignaro ha llegado a decir que la persistencia del caló solo favorece a la segregación social.

    ¿Que luego, ADEMÁS, sería deseable que los mismos organismos establecieran un apoyo institucional —con euros de por medio— a la literatura y la publicación de obras independientemente del idioma en que fueren escritas? Pues mira, sí, sin duda, pero no es su tarea, ese es un guante que debería recoger la administración central a través del ministerio de cultura.

    Y, ojo, que estoy de acuerdo con Alberto en que no es justo “que políticamente se hayan apropiado de lengua, bandera y cultura”. No solo no es justo, es que es inicuo y peligroso. Cuando alguien de alguna ideología se apropia de una cultura o de sus símbolos obtiene el efecto secundario de que los que no comparten sus ideas se automutilan de los elementos que, erroneamente, consideran patrimonio de “los otros”. Ese error, inmenso, patato y cicatero, ya ha dado resultados desastrosos muchas veces en la historia, y me temo que seguirá sucediendo.

    Pero eso es otra discusión.

  10. Alberto
    2008-06-17 13:07

    Pues en el fondo, Miguel, creo que es la misma discusión, que parece que no pero estamos hablando de eso.

    A mí la defensa de las lenguas minoritarias que tienen suerte de ser oficiales me parece excepcional: gracias a eso hay un núcleo de literatura en gallego y en catalán (en euskera no lo sé, sinceramente) de calidad más que decente, muchas veces mayor que en castellano. El último Premio Nacional de Literatura Dramática fue Rubén Ruibal con una obra escrita en gallego. Gracias a esos esfuerzos, que otras administraciones no hacen, poetas y dramaturgos gallegos consiguen publicar géneros tan complicados como la poesía o el teatro.

    El problema, para mí, es la negación oficial (política) de la otra parte, esto es, del castellano parlante o del que siente y escribe en castellano. Para empezar se le señala como “menos digno” de ser gallego (siento insistir en el gallego, es que es donde vivo), es como empujar la balanza hacia el punto opuesto donde estaba hace 40 años, una especie de “ahora me toca a mí putearte” desde la clase política. Insisto: si tienes un Centro Dramático Gallego se supone que debes escuchar y estudiar todas las propuestas de teatro y escena que se hacen en Galicia, no exclusivamente hechas en gallego.

    Sigo insistiendo: no sé si me quedaré a vivir aquí para siempre. Estoy aprendiendo y disfrutando aprender gallego. Pero es muy improbable (aunque no imposible) que alguna vez escriba más fluidamente y sintiendo más el gallego que el castellano, que al fin y al cabo ha sido mi lengua durante 30 años. Entonces yo me pregunto: ¿aunque me pase toda la vida aquí y me sienta el más gallego del mundo por qué jamás podrá hacerse una obra mía en el CDG ya que no escribo en gallego? Me parece inaceptable y excluyente.

  11. Lucho
    2008-06-17 14:49

    Entonces Alberto sigues insistiendo en lo que fundamenta el escritor de este artículo, que no existe el mismo criterio para todo el mundo. La realidad es plural y en el caso de Galicia, en concreto el teatro, como argumentas, ya que parece que conoces bien este campo, la balanza está sólo de un lado. También estoy de acuerdo con el autor en la cuestión de la educación, ya que se está acorralando al castellano en muchos lugares de España. Y eso es una gran verdad.

  12. joseluis
    2008-06-17 15:32

    Ya no se prohiben y persiguen gallego, catalán y euskera, ya no es como antes pero … se les pide / impone bilinguismo. Esto es, los gallegos etc., quedan autorizados a sentirse gallegos y hablar en galego pero también obligados a saber castellano. No sé dónde veo yo una hipócrita falta de simetría, o directamente de igualdad. Como si mi vivienda para mí y la de los demás, mitad para ellos mitad para mí; será eso. Un curioso comunismo de los bienes ajenos. Un castellano pa todos y el que quiera más se jorobe y se lo pague porque es capricho.

    Del CNG. Pues yo hablo del CDN. Nacional de España, claro, sito en Madrid, claro, donde sólo en castellano, claro. Ah, es que lo voy entendiendo mejor. El CDN sólo en castellano, qué horror sería lo contrario, pero el CDG pues a mitades galego y castellano. Pero el CDN sólo en castellano, porque lo de Nacional no incluye galego, catalán ni euskera. Ya lo voy entendiendo divinamente: catalán, euskera y galego no son españoles. Son reprimibles extravagancias, será.

    Y del comentario 11: “se está acorralando al castellano en muchos lugares de España”. Oh, seguramente los mismos en que a los niños castellanoparlantes, cultura minoritaria, se les comen crudos los malvados galegohablantes, catalano parlantes etc. Cuánta crueldad, cuánta perfidia, y ¿no entran las formas de ingesta de esos pobrecitos niños en la polémica entre Adriá y Santamaría? Lo merece, intuyo.

    Qué palurdez la de los nacionalistones castellanos, en verdad. Algunos podrían viajar más y mira si Suiza, la de los cuatro idiomas oficiales, está cerca.

  13. María José
    2008-06-17 15:54

    Pues yo creo que la cosa es mucho más compleja o más sencilla. Cuando Miguel Ángel dice:
    “Las autoridades —y los ciudadanos— de esas comunidades tienen el deber inexcusable de hacer todo lo posible por potenciar, cuidar y prolongar la vida útil de esos idiomas.” está anteponiendo la lengua a la persona. Y voy a hablar del castellano que es lo que a mí me incumbe: ¿tengo yo la obligación de prolongar la vida del castellano?, ¿tengo el derecho de imponerle este deber a las generaciones futuras?, ¿por qué?, ¿quién lo decide?, ¿por qué tenemos que controlar desde las instituciones la evolución social de las lenguas?, ¿deberíamos seguir hablando en latín?

    A mí me encantaría ser bilingüe con el inglés, es más, si hubiera sido posible, me habría encantado saber muchos más idiomas. Pero para mí el inglés es fundamental, no porque tenga que prolongar la vida de este idioma, sino porque es la forma de entenderme con las personas que hablan de los temas que a mí me interesan y no ser bilingüe limita mi comunicación. Me gustaría que las nuevas generaciones fueran bilingües, trilingües o lo que sea, pero no dudaría ni un momento, en el caso de tener que elegir un idioma, en elegir aquel que permita una mayor comunicación, así que si mis hijos tuvieran necesariamente que ser educados en una sola lengua no dudaría en elegir el inglés para ellos, no les cargaría con el mantenimiento del castellano.

    Pero es que yo pienso que no es necesario elegir una, que se pueden tener varias y que eso debería ser algo a potenciar, que Alberto pueda escribir en castellano y estrenar en Galicia y que otros lo hagan en gallego. Y si alguien quiere estrenar en gallego en Madrid que lo haga (el público será más reducido y esto es un hecho, no un prejuicio).

    José Luis, si lo planteas así llevas razón. Pero hay otra forma de verlo, el bilingüismo es algo bueno y en esa comunidades se puede hacer (no imponer), así que se le está haciendo un favor a las nuevas generaciones, que para empezar no tienen por qué compartir nuestra visión de las cosas y quizá en el futuro no les parezca estupendo este control estatal de todo.

    No hay nada más contraproducente que la imposición, así que como para la juventud la comunicación prima sobre cualquier otra consideración, se agarrarán a las lenguas que más redes sociales les abra y nos echarán en cara no haberles educado en ellas, como muchos lamentamos ahora no saber mejor inglés.

  14. Alberto
    2008-06-17 17:30

    “Qué palurdez la de los nacionalistones castellanos, en verdad. Algunos podrían viajar más y mira si Suiza, la de los cuatro idiomas oficiales, está cerca.”

    Joseluis, te rogaría más educación en tu manera de dirigirte al resto de comentaristas. Ese tono sobra y llevamos un diálogo bastante educado. Por cierto, personalmente viajo mucho y durante 2006 estuve en Suiza cada tres semanas.

    Con respecto a tu comentario dices:

    “Del CNG. Pues yo hablo del CDN. Nacional de España, claro, sito en Madrid, claro, donde sólo en castellano, claro. Ah, es que lo voy entendiendo mejor. El CDN sólo en castellano, qué horror sería lo contrario, pero el CDG pues a mitades galego y castellano. Pero el CDN sólo en castellano, porque lo de Nacional no incluye galego, catalán ni euskera. “

    Deduzco que te parece mal lo que hace el CDN; a mi también. Pero tú parece que dices “pues entonces el gallego también tiene que hacer esa cagada”. O sea, volvamos a la teoría de “pues ahora puteamos nosotros”. Pues no me parece bueno ni inteligente sino malo y vacío.

    También dices:

    “Y del comentario 11: “se está acorralando al castellano en muchos lugares de España”. Oh, seguramente los mismos en que a los niños castellanoparlantes, cultura minoritaria, se les comen crudos los malvados galegohablantes, catalano parlantes etc. Cuánta crueldad, cuánta perfidia, y ¿no entran las formas de ingesta de esos pobrecitos niños en la polémica entre Adriá y Santamaría? Lo merece, intuyo.”

    No estoy de acuerdo del todo con lo que dice el comentario 11 pero en este párrafo tuyo, aparte de ser sarcástico, no aportas nada más. Tal vez podrías explicar tu postura en lugar de ponerte borde.

    La última cosa: venía yo contento de poder discutir sobre un tema tan espinoso sin salidas de tono. Parece que en el tema de los idiomas es imposible.

  15. joseluis
    2008-06-17 19:13

    Mira, Alberto, por tu #14 me dejas pasmado. Llegas a entrecomillar dando la sensación de citarme y con ello increpar afirmaciones … que no he puesto ni por lo más remoto (y que alguna es soez y vulgar, lo que eso sí que no te perdono; la elegancia ante todo). Los epítetos que te parecen injuriosos iban, creo que merecidamente a #11, el cual se dejó de diálogos y pasó a la hipérbole (que no reprochas) y en resumen has entendido poco de lo que decía. Igual por no saber yo expresarme; mala suerte.

    Quédate tranquilo con mi mención culinaria. Esa sí has entendido bien; era sarcástica. Del todo. Haya tranquilidad al respecto.

    Y fino, aunque más podría decir; efectivamente, ese tema es de los “malditos”. Te doy la razón. Pero no porque sea espinoso, ¡qué va a serlo! Nadie se pone ni pondrá nunca de acuerdo con nadie si una de las partes (el león) se queda en victimismos (ante el ratón). Más claro : es inverosímil, por demás que ridículo, que el castellano (el león) entre rugidos se lamente de lo mucho que sufre de un ratón. Nadie, y nunca. Por eso.

    (y al 100% de acuerdo con #13)

  16. Alberto
    2008-06-17 19:23

    El comentario de Lucho no era ni insultante ni maleducado. Así que igual se merecería ser rebatido pero no mal tratado. La gente puede hiperbolizar lo que le parezca, siempre que no pierda las formas. Y desde luego que no voy a llamar la atención a nadie por ser hiperbólico, como mucho se lo discutiré.

    Por mi parte, al menos por el momento, paro aquí mi intervención en este hilo.

  17. Xoán
    2008-06-18 03:04

    Sin ironías, Lucho, los escritores gallegos que escriben en español “de toda la vida” tienen, como siempre han tenido, más derechos que los que escriben en gallego. Preguntaba medio que retoricamente si alguien se creía que los escritores en español no pueden utilizar su idioma libremente en el Reino de España. Y para mi sorpresa parece que sí, que hay quien se lo crea. Rotundamente, además. Por lo que se refiere a apoyos económicos, subvenciones, premios, etc, es evidente que hay muchas más instituciones en España que privilegian las obras escritas en castellano. Y los gallegos pueden concurrir libremente a ellos, no están obligados a dejar su tierra, como decía Lucho con evidentes tintes melodramáticos.

    En Galicia, Alberto, también se pueden ver y montar obras en lengua española, simplemente no tendrán apoyo económico del gobierno gallego, que está comprometido, estatutariamente, con la promoción del idioma “propio” de Galicia (esa es la denominación oficial). Es la única institución en España que tiene oficialmente ese compromiso, ¿por qué entonces indignarse cuando lo cumple?. Ignoro si hay, concretamente, apoyos del Ministerio de Cultura para montar piezas de teatro en español en cualquier lugar del Estado, pero no me extrañaría que los hubiese. Es más, creo sinceramente que debería haberlos. El Centro Dramático Nacional también representa en Galicia sus obras, en español, así como compañías privadas o ligadas a otras administraciones públicas.

    Es verdad que el mundo de la cultura se expresa en Galicia mayoritariamente en gallego, esa es una conquista que llevó unos cien años alcanzar. Pero no temáis, el mundo de la empresa, por ejemplo, es notoriamente castellanohablante, como se puede ver en la publicidad, en los carteles, anuncios y, sobre todo, en las nóminas. No es necesario que os haga notar quién lleva las de perder, si las cosas siguen como están. Y yo, personalmente, no creo que se trata del orden natural de las cosas. De ahí mi modesta militancia.

    Tampoco estoy de acuerdo con algunas políticas lingüísticas adoptadas por los gobiernos gallegos, sobre todo en lo que se refiere a la estrecha consideración de lo que es el propio idioma. Que sin muchos esfuerzos nos permite comunicarnos con todo el mundo lusófono. Esa es una opción que tal vez por una cierta tacañería política no se aprovecha suficientemente en Galicia. En fin, creo que las diversas variedades de portugués, y sus productos culturales, debían tener una presencia social mucho mayor en Galicia. No es difícil entender que a muchos soberanistas, gallegos o españoles, eso les parezca peligroso. A mí me parece una magnífica oportunidad.

    Y, María José, estoy de acuerdo (y, sin duda, Miguel Ángel también) con que las personas son más importantes que las lenguas. Pero es que las lenguas no existen en la estratosfera, como objetos míticos (aunque suela haber buenas dosis de mito en los discursos sobre ellas), sino que son hablados por personas. Y los hablantes “minoritarios” también podemos, y solemos, precisamente por ser minoritarios, hablar otras lenguas. Es infinitamente más fácil ser monolingüe en inglés, por ejemplo, que en gallego o en vasco o en sardo. Hablar gallego en Galicia no estorba para hablar otras lenguas, cuando se tenga necesidad de ello.

    En fin, perdonad la extensión del comentario, tan poco recomendable. Yo también valoro mucho poder hablar de estas cosas (que siempre nos tocan, claro, porque las lenguas forman parte de nosotros) sin exabruptos o salidas de tono.
    Como decía, en español, el grupo gallego Siniestro Total, “ante todo, mucha calma”.

  18. Alberto
    2008-06-18 11:32

    “En Galicia, Alberto, también se pueden ver y montar obras en lengua española, simplemente no tendrán apoyo económico del gobierno gallego, que está comprometido, estatutariamente, con la promoción del idioma “propio” de Galicia (esa es la denominación oficial). Es la única institución en España que tiene oficialmente ese compromiso, ¿por qué entonces indignarse cuando lo cumple?.”

    Supongo Xoan que aquí está la clave de nuestro desencuentro. A mí que el CDG representa mucho (o mucho más) en gallego que en castellano me parece bien, adecuado, correcto, no puedo estar más de acuerdo. El problema es que ni entiendo ni comparto la idea de que el teatro gallego, la novela gallega y la poesía gallega sean, exclusivamente, teatro, poesía y novela EN gallego. Es la negación de que en Galicia existen muchos autores que sienten, piensan y escriben en su otra lengua oficial. Que prevalezca y se defienda el gallego ante todo desde las instituciones sí; que se niegue la existencia del castellano en este ámbito (ojo, estoy hablando de este ámbito) pues mira, no, no estoy de acuerdo. La paradoja es que si escribo en la lengua que es teóricamente más débil y está más desprotegida, tengo bastantes papeletas de que la Xunta me la subvencione o de recibir ayudas; y si escribo en la lengua fuerte y poderosa en cambio la Xunta jamás (nunca, ¿eh? Nunca, nunca) me ayudará y tengo que acudir a ayudas nacionales, donde mis posibilidades se reducen drásticamente.

    Es una cuestión de percepciones: me temo que jamás estaré de acuerdo en que se promocione como “obras gallegas” las obras que son exclusivamente “en gallego”. Es que son dos cosas diferentes. No espero que una subvención o una ayuda que da la Academia Galega cuente con obras en castellano, es absurdo. Pero sí que el gobierno de todos los gallegos (y no sólo de los que usan el galego como primera lengua) ayude y subvencione a todos los gallegos.

    Hay otras disquisiciones que no son lingüísticas, pero están de fondo. Sinceramente creo que desde el estamento político se utiliza continuamente el idioma como arma. Eso es terrible, terrible de verdad. Ha habido un uso repugnante por parte del españolismo durante decenas de años (¿hay que recordar que no hace ni doce años del “Puyol, enano, habla castellano”?). Precisament e por ese uso repulsivo no logro entender que la reacción desde el nacionalismo no español sea… ¡hacer exactamente lo mismo! No me llega la entendera.

  19. Miguel A. Román
    2008-06-18 13:27

    Dice el autor del artículo de referencia: “a la hora de pagar impuestos todo el mundo pasa por la misma taquilla. ¿No deberían repercutir estos impuestos por igual en el beneficio de todos los ciudadanos?”.

    Pues, honestamente, creo que no. Creo que la redistribución de la riqueza debe beneficiar más a los que la sociedad más desfavorece. Estoy de acuerdo en que eso no sería de recibo en una sociedad justa, ecuánime y socialmente avanzada, pero hay lo que hay.

    Yo me encuentro con cierta frecuencia que no soy mujer, ni tengo menos de 30 años, ni soy minusválido ni pertenezco a una etnia minoritaria. Y por todo eso resulta que tengo menos acceso al reparto de la tarta institucional. Y no lo considero justo pero acepto que puede ser necesario.

    Como también estoy seguro de que sería bueno que el cine español no recibiera subvenciones ni cuotas de pantalla y jugara en la taquilla en igualdad de condiciones con el norteamericano. Pero ¿hay a la fecha igualdad de condiciones en la producción y distribución de películas? (Vale, otra cosa es que los criterios de otorgamiento sean los correctos).

    Eso se llama “discriminación positiva”, que no deja de ser una forma de discriminación, y convendré en que una injusticia no arregla otra. Pero si una injusticia menor hace que una injusticia mayor perjudique menos, tal vez sea conveniente.

    Y creo que, de momento, las lenguas diferenciales de ciertas comunidades están en inferioridad de condiciones y necesitan el respaldo de los organismos. Y brindaré por el día en que ese respaldo no sea necesario.

    ¿Y —pregunta Maria José— por qué han de ser protegidas las lenguas por las administraciones? Pues, porque les toca, porque entre sus obligaciones está la de proteger los elementos culturales y artísticos que han caido en su territorio, aunque en el fondo sean patrimonio de todos los pueblos. No digo yo que la lengua esté por encima del indivíduo, pero como bien colectivo que es ha de salvaguardarse el interés de la comunidad.

    Y el castellano, en efecto, ha de ser protegido y potenciado, labor que realizan (críticas aparte) las academias y el instituto Cervantes entre otros. Pues ciertamente no se encuentra libre de amenazas, pero éstas no provienen de las lenguas autonómicas españolas o las nativas americanas sino principalmente del inglés. Puerto Rico resiste heroicamente el embate de la lengua oficial de la nación a la que pertenece, Filipinas es una batalla perdida a pesar de los esfuerzos

    Hace 70 años un gallego (¿ironías de la historia?) procribió el uso de las lenguas no castellanas aduciendo que perturbaban la unidad de España, y durante 40 años nadie pudo publicar en el idioma de su tierra. Ahora, sin revanchismos, es urgente corregir ese desequilibrio.

    Repito, sin revanchismos ni fanatismos. Bien sé que se cometen excesos y errores y no puedo disculparlos, pero no me cabe duda de que es necesaria una política activa y fuerte en favor de esas lenguas.

    Si Alberto denuncia que el CDG actua malévolamente, no tanto en defensa del gallego como en detrimento del castellano, tendré que creerle (pues le tengo por hombre cabal), pero no entraba yo en un juicio de intenciones concretas sino en un discurso más general de politica lingüística.

  20. Alberto
    2008-06-18 13:41

    “Yo me encuentro con cierta frecuencia que no soy mujer, ni tengo menos de 30 años, ni soy minusválido ni pertenezco a una etnia minoritaria. Y por todo eso resulta que tengo menos acceso al reparto de la tarta institucional. Y no lo considero justo pero acepto que puede ser necesario.”

    A eso lo llamaría yo un argumento convincente :-) Tienes bastante razón, soy un enconado opositor a las discriminaciones positivas, pero reconozco que es algo más visceral que racional: me cuesta mucho aceptar el beneficio de algo que, por definición, es discriminatorio. Siempre se me revuelve el alma al pensar que con esa discriminación se contratan mujeres, hispanos, negros, árabes (o medio árabes, como yo), minusválidos, etc a pesar de que puedan ser peores candidatos para el puesto. Entre yo, que soy hispano, y tú, que eres WASP resulta que a pesar de que eres mucho más cualificado que yo el trabajo me lo dan a mi para cumplir una cuota. Por dentro me quemo con esas cosas. Aunque posiblemente tengas razón y sea necesario… aunque me temo que lo que acaba ocurriendo es que se perpetúan las cuotas.

    Y todo esto sí que es otra discusión :-)

    “Si Alberto denuncia que el CDG actua malévolamente, no tanto en defensa del gallego como en detrimento del castellano, tendré que creerle (pues le tengo por hombre cabal), pero no entraba yo en un juicio de intenciones concretas sino en un discurso más general de politica lingüística.”

    El CDG es sólo un ejemplo pero sí, creo que la Xunta (con el BNG a la cabeza, o mejor dicho a la vicecabeza), la Generalitat… y la Comunidad de Madrid, por ejemplo, actúan de forma malévola en las políticas lingüísticas, es decir, ese temible “lengua como arma”, que es de lo más bajo en lo que puede caerse dentro de este contexto. Mira, es una chorrada de ejemplo pero me pareció significativo que en el festival Curtocircuito repartieran un periódico con información de los cortos a concurso y otras cosas del evento… en galego e inglés. Cuanto menos curioso.

    Es la sensación, de corazón, de que se han apropiado de la potestad de decidir qué es o no gallego “auténtico”.

  21. Xoán
    2008-06-19 01:26

    No quería entrar a discutir eso de las literaturas nacionales, con apellido, inglesa, española, etc. Mi punto de vista ha cambiado a lo largo de los años y hoy en día podría citar un montón de casos que no sé dónde colocar, con qué apellido, o que simplemente no quiero colocar en ningún lado. Pero es que en el fondo me parece que se trata de una cuestión de mercado lingüístico. Y las obras literarias suelen encuadrarse en el mercado de los hablantes de la lengua en que han sido escritas. Por eso decimos que el Ulises de Joyce es una obra de la literatura inglesa, y no de la irlandesa, y por eso estudiamos Cien años de soledad en la literatura (en lengua) española y no en la colombiana. Claro que ambos casos pertenecen, posiblemente por otros motivos, entre los que la lengua debe de tener también algo que ver, en la literatura universal.

    Los escritores gallegos pueden (o deben) elegir, como son “felizmente bilingües”, entre producir sus obras en español o gallego. A través del español se sitúan en un mercado mucho mayor, con muchas más posibilidades de ser leídos por un número más grande de personas, en toda España y en Latinoamérica, como decía María José. Escribiendo en gallego optan por un mercado bastante menor, y juegan todas sus bazas para ser leídos por un número mayor de personas unicamente en las posibilidades de traducción a otras lenguas. Ahora bien, querer aprovechar las ventajas del mercado mayor (con más ayudas y mejores posibilidades de retorno económico, insisto) y al mismo tiempo querer disputar espacio en el menor, porque compites con menos gente y aumentan tus posibilidades de conseguir apoyo económico, supone, si me lo permites, querer todas las ventajas y ninguno de los inconvenientes. Percibo una cierta insaciabilidad en los autores en español, que quieren ser encuadrados en la literatura española y también en la gallega, porque así aprovechan las ventajas que ambas les puedan proporcionar.

    Como lo que apoyan las instituciones gallegas es la lengua en que se expresan esas obras, y esas instituciones son las únicas que lo hacen porque las otras administraciones españolas ignoran las lenguas “periféricas”, no veo dónde está la discriminación. Y debe haber aquí algún aspecto irreductible que no nos permite llegar a un acuerdo. Realmente debe ser un problema de percepción, como dices, de punto de vista. Por lo demás, yo también te tengo por hombre cabal, que conste :-)

    Sobre discriminación positiva, en algunos casos es simplemente una cuestión de justicia. El liberalismo lingüístico está muy bien cuando es tu lengua la que no necesita ayuda, porque se encuentra en perfecto estado de salud, gracias. Hay algo de perverso en querer colocar en las mismas condiciones, a competir en pie de igualdad, a los hablantes de una lengua que ha sido oficial durante siglos con los de otras que han sobrevivido malamente entre desprecio, desconsideración oficial, fuera de la educación formal y, en momentos históricos más duros, sufriendo persecución política. Es como poner en un ring a un peso pesado con un peso pluma anémico (no por una deficiencia genética sino porque se le ha negado alimento) y dejar que se den de hostias y, como las reglas son estrictas e “iguales” para todos, que gane el mejor…

    Por otro lado, el caso que cuentas de información de un evento en gallego e inglés, se trata, sin duda, de algún tipo absurdo e infantil de venganza.

  22. María José
    2008-06-19 02:49

    Miguel Angel dices: “¿Y —pregunta Maria José— por qué han de ser protegidas las lenguas por las administraciones? Pues, porque les toca, porque entre sus obligaciones está la de proteger los elementos culturales y artísticos que han caido en su territorio, aunque en el fondo sean patrimonio de todos los pueblos. No digo yo que la lengua esté por encima del indivíduo, pero como bien colectivo que es ha de salvaguardarse el interés de la comunidad.” Lo que le toca o no a las administraciones lo decidimos nosotros, no es una ley de la naturaleza. Pero mi argumento es que ello se hace a costa de los individuos, que son los que tienen que cargar con el patrimonio cultural. Es como si en Camariñas se pagara una beca a aquellas chicas que se dediquen a hacer bolillos, así que estás condenando a que una generación se dedique a hacer algo que de otra manera no habrían escogido. ¿Es un bien para la comunidad? Yo no lo veo nada claro. Esto es un poco como la conservación a toda costa de las especies en peligro de extinción, hecho que tampoco veo que sea necesariamente bueno.

    Xoán, creo que hay un desencuentro de base, que es identificar la comunidad entera con una lengua. En Galicia no todo el mundo tiene el gallego como lengua materna y son tan gallegos como los otros. No tengo ni idea si en algún momento en estas comunidades hablaba todo el mundo en esas lenguas, ni los motivos por los que, en muchos casos, la mayoría de sus habitantes no la utilizan. Pero no es sólo un problema de prohibición, porque yo he leído textos de antes de la dictadura donde se habla ya de esto. El caso es que se está forzando desde las instituciones a utilizar una lengua que voluntariamente no escogen, porque si así fuera, no hay que discriminar positivamente.

  23. Xoán
    2008-06-19 04:58

    Qué me vas a contar! Yo no tengo el gallego como lengua materna (mi madre es asturiana), pero no sé lo que eso tiene que ver con lo que estamos discutiendo. Tampoco sé exactamente lo que es la lengua materna, en situaciones de plurilingüismo es posible que los hijos no hablen la lengua de la madre, sino la del padre, o los abuelos, o los vecinos, o los amiguitos del colegio… que no siempre coinciden. Nunca he negado que quien habla español sea tan gallego como los otros, ni es eso lo que se está discutiendo. Simplemente, si escribe una novela en español no tendrá opción a ninguna subvención del gobierno gallego, la tendrá del español, que hasta donde yo sé también gobierna en Galicia (¿o es que nos hemos independizado y nadie me ha dicho nada?). De la misma manera que los gallegoescribientes también serán tan españoles como los otros, pero no pueden optar a subvenciones del ministerio de cultura.
    Como reconoces que no tienes ni idea de cómo fue y es la situación lingüística, te informo que en estas comunidades sí hablaba todo el mundo en esas lenguas, y que si hoy no las habla todo el mundo no es sólo por la prohibición durante el franquismo, sino porque los poderes públicos (esos que ahora según tú no deberían intervenir, como si eso fuera posible, como si la no-intervención no fuese ya, a esta altura del campeonato, una forma de intervención) negaron por ejemplo el derecho a la educación en el propio idioma (Sarmiento, un ilustrado gallego del siglo XVIII denunciaba lo absurdo de esta situación), o a declarar en un juicio, aunque fuese en propio interés, en la única lengua que se dominaba, cuando esta no era el español. El franquismo tuvo efectos terribles sobre el uso del gallego, pero lo que realmente más le ha afectado históricamente es la extensión del prejuicio de que hablar gallego es hablar mal (“Hable bien, no sea bárbaro”, decía un panfleto de la Falange que circuló en los años 50 por mi ciudad), o el hecho de que no se pudiese acceder a determinados trabajos sin cambiar de lengua o, incluso, sin disimular el acento. Créeme, todo el mundo puede aprender y utilizar otras lenguas si quiere, pero nadie abandona de una vez por todas su propia lengua voluntariamente. Y ahora, y lo repito por última vez, ninguna institución está forzando a utilizar el gallego, y menos a los escritores, que pueden escribir en lo que quieran.
    Me parece que existe una terrible falta de comprensión de las diversas situaciones lingüísticas del Estado, y una buena dosis de histeria ante cualquier movimiento que amenace con alterar el orden (no natural) de las cosas.

  24. Miguel A. Román
    2008-06-19 12:26

    Maria José:

    Pues de igual forma te podría argüir que tomas de base un desencuentro que es identificar la comunidad entera con un territorio. En realidad sucede al revés, la lengua es un elemento de delimitación de la comunidad mucho más fuerte que el territorio. De hecho hay muchos ejemplos de comunidades deslocalizadas, esto es, que no tienen territorio, como los gitanos, los bereberes o los judíos; mientras que hay también territorios administrativos que albergan a comunidades con lenguas distintas (ojo, no bilingües: lenguas independientes), como sucede en Suiza con 3 lenguas, Ruanda con 16 o India con 37 (India tiene dos idiomas oficiales: inglés e hindí, pero casi un 25% de la población no sabe hablar ninguno de los dos).

    Pero ambas sentencias, definir comunidad por lengua o por territorio, son ejercicios peligrosos que han dado lugar a la mitad de los conflictos bélicos en la historia (la otra mitad los ha organizado la religión, que también es un elemento definitorio de una comunidad con mayor poder cohesivo que el suelo, ejemplo: las cruzadas o las campañas de Flandes).

    Y la misión del estado y las instituciones públicas no la definimos nosotros, es más bien una ley de la naturaleza. Aunque, más propiamente dicho, el estado cumple únicamente con el objetivo con el que fue concebido: administrar los bienes comunes, o sea, los de la comunidad (por supuesto eso es el concepto ideal y hay ejemplos de enormes desviaciones). Pero los bienes de la comunidad no se deciden a mano alzada, sino que forman parte de la naturaleza: son los recursos naturales y culturales.

    Ahora, si la defensa del bien común choca con los intereses del individuo, este pierde. Si una carretera debe atravesar el bosque, que es de todos, o tu casa, despídete de tu casa. La comunidad mirará para otro lado mientras te deshaucian porque en realidad el estado está haciendo lo que ellos harían como individuo colectivo.

    Yo considero que el gallego es un bien común, desde luego para los gallegos, pero también para el resto de la humanidad, como lo es el quechua, el tagalo o el tamil. Y exijo al gobierno gallego que tome medidas para asegurar la supervivencia de ese bien, como exijo al gobierno turco que preserve el templo de Santa Sofía: porque es suyo, pero también es mío. Y el encaje de Camariñas también.

    Oiga, que dentro de lo razonable y sentido común, no a hostia limpia ni perjudicando a la comunidad del territorio, pero si hay que perjudicar a los individuos, mala suerte, pero la carretera pasará por tu casa y nuestro bosque se queda como está.


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