Confieso una cierta predilección morbosa por las luchas públicas entre escritores, de ahí que haya leído con interés este texto de Antonio Muñoz Molina criticando las actitudes, diametralmente opuestas, de un best seller como Ruiz Zafón y un autor minoritario como Juan Goytisolo. Más allá de un cierto mirar por encima del hombro no le falta algo de razón. El integrado, el apocalíptico.
«Juan Goytisolo viene repitiendo desde hace tiempo las siguientes leyes de la literatura universal: los grandes escritores el Arcipreste de Hita, Blanco White, Jean Genet, el propio Goytisolo, por poner unos cuantos ejemplos son heterodoxos y renegados que sufren persecución por su rebeldía, y que escriben obras tan rompedoras, tan arriesgadas, tan radicales, que no hay sitio para ellas en sociedades literarias regidas por el borreguismo y por la venalidad comercial, y que por lo tanto sólo son apreciadas plenamente por una minoría exquisita de lectores. Goytisolo es generoso: juzga que está bien que existan escritores de masas como Carlos Ruiz Zafón, ya que gracias a los beneficios económicos que producen sus libros las editoriales pueden costearse el privilegio de publicarlo a él.»