En fin, hablaremos de ello: la comisión de cultura de la UE ha propuesto un etiquetado y registro voluntario de blogueros (no obligatorio, como parece a veces leyendo algunas informaciones) para, dicen los autores de la propuesta, generar confianza, ahí es nada. Habla de ello Félix Soria. La blogosfera y la red quitan el sueño a los bienpensantes.
«En el colmo del absurdo, una pléyade de institucionalistas —no sólo las eurodiputadas Mikko y Badía— afirman que la propuesta presentada en Bruselas sólo constata el interés de la clase política por los problemas de ética y de privacidad que generan los contenidos creados por los usuarios de la Red. Es decir, pese a que la prensa, la radio y la TV llevan decenios causando problemas de ética y de privacidad, sin que las instituciones hayan sido capaces de ponerles coto (el tomate así lo demuestra), ahora resulta que el problema lo constituyen las páginas electrónicas…
¿No será que lo que realmente preocupa a los partidarios de etiquetados y registros es que la escasa inversión que requiere una bitácora deja la puerta abierta a que se difundan informaciones e ideas imposibles de manipular o aniquilar por quienes controlan el poder político y económico? »