La crisis no es el fruto del azar, sino de la desde hace décadas creciente libertad de mercado que ha dejado de lado la moral social y ha otorgado a los bancos una capacidad especuladora que nos lleva al desequilibrio; algo así es lo que se sostiene en este artículo firmado por varios autores, Jacques Delors y Jacquees Santer entre otros.
«La crisis financiera es la clara demostración de que la actividad financiera es incapaz de su autorregulación. Es imperativo mejorar el control y el marco reglamentario de los bancos. También hay que ver de revisar el escenario reglamentario de los diferentes instrumentos de inversión. La utilización de instrumentos financieros (como las CDO, las obligaciones vinculadas a financieros activos diversos) debe ser reglamentada. Todas las instituciones financieras deberían, tomando como ejemplo a los bancos, mantener reservas mínimas, y su ratio de endeudamiento no puede ser ilimitado. En fin, los regímenes de primas deben ser revisados con el objetivo de evitar que se tomen riesgos inconsiderados sin una cierta prudencia.
En cuanto a las consecuencias de esta crisis sobre la economía real, parece que los expertos económicos de todo el mundo hubieran sido golpeados por un exceso de timidez. Casi todos los institutos de prospectiva económica revisan a la baja las previsiones de crecimiento de los países desarrollados para 2008 y 2009. Pero nadie se atreve a decir claramente si Europa esta amenazada por una recesión económica o no. Ciertos síntomas no obstante no engañan. En el caso de la Unión Europea una recesión este año, o el próximo, tendría dramáticas consecuencias. »