Si el otro día recomendábamos la asociación de editoriales independientes Contexto, Joaquín Rodríguez habla de ella, de Librerías con huella y de los estupendos Clubs de lectura de las bibliotecas de Barcelona; los pequeños se asocian para tener fuerza: La fuerza de los pequeños.
«Mientras tanto, los libreros también se mueven: algunos pequeños libreros independientes, gladiadores del libro, siguen resguardando su insumisión con ahinco, y pretenden hacer llegar a los lectores los mejores libros de los editores independientes, esos libros que no son pasajeros ni están sometidos a los caprichosos vaivenes de la moda, los libros que dejan huella. La complicidad estructural entre los pequeños e indpendientes, que comprenden el negocio y la aventura del libro de la misma manera, como profesión e industria al mismo tiempo que como vocación y afición, se compinchan para pactar unas condiciones de exhibición, rotación y atención distintas a las que las superficies más mercantilizadas les dispensarían.»