Seguimos con los medios. Javier Ortiz habla del ‘off the record’, lo que alguien dice a un periodista tratando de evitar que su nombre salga como fuente. Esto, que a veces es imprescindible, otras muchas es un recurso abusivo que enmascara mentiras y cobardías. El off the record.
«En los últimos días se han publicado un montón de crónicas sobre la crisis interna del Partido Popular basadas en disensiones, planes, augurios y dicterios que aparecen siempre atribuidos a fuentes supuestamente muy solventes, pero todas ellas unánimemente innominadas. Algún periódico que se dice “de referencia” ha llegado a publicar en portada noticias… ¡en las que no figuraba ni una sola atribución de fuente!
Parece que en las altas esferas del PP todo el mundo quiere largar, pero nadie desea aparecer con nombres y apellidos, respaldando lo que larga.
Seguirán haciéndolo, en la medida en que se lo consintamos. Ése es un mal hábito al que los periodistas deberíamos poner coto, tanto por nosotros mismos (para no ser utilizados como instrumentos de oscuras conspiraciones) como, también y sobre todo, por respeto a quienes nos leen o nos escuchan, que tienen derecho a saber quién dice u opina cada cosa, para que cada palo aguante su vela.»