Pop y circo (o La era de los festivales) dispara contra los nuevos conciertos pop organizados por las corporaciones municipales como modo de lucro y sustituto de las antiguas fiestas populares. Un artículo de Kiko Amat.
«Miren ustedes qué excentricidad maoísta la mía, creo que los ayuntamientos están obligados a invertir en oferta cultural sin buscar réditos. En lugar de ello, y continuando con la tendencia a la privatización de la vida que lleva el país, han pasado la patata de los festejos a las corporaciones. La consigna es: Nada Gratis; y, desde luego, la música tampoco. Lo de bailar sin pagar es una cosa de anarquista loco de la Edad Media, algo totalmente passé. Sant Pere no volverá a cantar si usted no paga.»