Roberto López Belloso explica la trayectoria de Putin al frente de Rusia, y las maniobras de política internacional para dominar los antiguos territorios soviéticos: El acorazado Putinkin.
«Ahora los tambores de guerra vuelven a sonar y no se trata de un desfile. Abjasia es una zona separatista de Georgia. Los abjasos tienen la protección de Rusia y un ejército propio, y funcionan, de facto, como un país. No sólo eso: han llegado incluso a ofrecer a las fuerzas armadas rusas la ocupación del territorio rebelde. Moscú declinó el ofrecimiento, pero sigue apoyando a los abjasos a pesar de las concentraciones de tropas georgianas que buscarían retomar el control de la república autónoma. Es como un Kosovo al revés. Si allá los rusos bloquean a los independentistas, acá parecen fomentarlos.»