¿Desconoce la razón de los muchas veces crípticos nombres de las estrellas? Pues Víctor Puente ha hecho un breve resumen de las vicisitudes históricas alrededor de las nomenclaturas astronómicas: El nombre de las estrellas.
«Durante la Edad Media, los astrónomos más importantes fueron los árabes y denominaron en su lengua a las estrellas más brillantes, también con nombres propios (Aldebarán, Rigel, etc).
El elevado número de estrellas hizo necesario un sistema más práctico de denominación. Así, en 1603, el alemán Johannes Bayer, publicó un atlas de mapas estelares en el que se indicaban las estrellas de cada constelación utilizando letras del alfabeto griego, a las que seguía el genitivo del nombre latino de la constelación en la que se hallaba.»