Me ha hecho mucha gracia encontrar esta nota de Enrique Dans sobre el software “tocanarices”, el intrusivo, el que te asalta con ventanas, anuncios con pop-ups y reinicios sin permiso, el que intenta cambiar tus preferencias con la misma mala educación que una operadora de móvil que llama a la hora de comer para venderte un servicio nuevo. Antología del software molesto.
«Mi favorito de toda la vida: el Real Player, sobre el que escribí hace ya más de tres años, un programa cuyo formato veo cada vez menos y eso se convierte en algo que no podía alegrarme más. Le tengo verdadera manía: además de actualizaciones constantes, de ocupar espacio en la barra o de lanzar mensajes intrusivos cada dos por tres, resulta que cada vez que lo actualizabas intentaba sigilosamente cambiar las atribuciones de tos extensiones para hacerse con toda tu biblioteca cada vez que lanzabas un archivo. Infumable de verdad.»