Cuenta José Mendiola que un suizo cruza los Alpes con alas propulsadas ¡que se hizo él mismo! Seguro que esto no puede ser legal. Parece que al menos llevaba casco.
«¿Recuerdas el cohete Libélula? era un buen intento pero apenas podía permanecer unos minutos en el aire. No parece ocurrir lo mismo con Yves Rossy, un piloto suizo de 48 años que parece haber cumplido su sueño de volar sin avión gracias a las alas propulsadas de creación propia. Rossy sobrevoló a una altura de 2.200 metros el lago Ginebra gracias a las alas propulsadas de 2 metros y medio en sus espaldas.»