José Ángel Berrueco elabora una idea bastante acertada sobre la caricatura que creo que todos, de un modo u otro, teníamos ya en la cabeza: tarde o temprano el caricaturizado acaba pareciéndose a su parodia, aunque tenga que imitarla para ello. Una teoría sobre la caricatura.
«El imitador y el caricaturista tienen una virtud que prevalece sobre su arte a simple vista, y es que se adelantan al tiempo. Dibujan e imitan a un político o a un actor o a un monarca no como son, sino como serán en el futuro. O quizá me estoy equivocando y es la tendencia de todo hombre a imitar inconscientemente a su caricatura y no la consecuencia del tiempo. Puede que no todos los famosos que Joaquín Reyes imita en su “Celebrities” de “Muchachada Nui” se parezcan al cien por cien, pero hablaremos dentro de unos años, cuando a los imitados se les deforme un poco la cara, les salgan más arrugas y estén peor de lo suyo. Hablaremos entonces.»