La obsesión morbosa por el ‘caso Fritzl’ no es algo nuevo, la fascinación por el psicópata es lago que sucede con frecuencia periódica. Noel Ceballos hace una breve y certera reflexión sobre el hecho de que prácticamente en l último mes el mundo ha girado en exclusiva en torno al austriaco. El espanto.
«Hay una imagen que no se me olvidará fácilmente: la multitud agolpada ante la casa del carcelero de Austria. ¿Qué esperaba esa gente? ¿Una visita guiada al zulo? ¿Qué pretendían estando allí? ¿Salir en televisión, posando para las cámaras de cadenas de todo el mundo? Ha habido medios que han publicado una cronología detallada y pormenorizada del caso, desde 1977 hasta ahora mismo. La fascinación por los psicópatas no es, ni mucho menos, algo nuevo (recordemos lo que sucedió con Jack, el primer ejemplo de un concepto tan atroz como el de asesino mediático), pero esto sí es la primera vez que lo vemos. Es una fascinación con cierto componente dominguero. Y eso es, también, el espanto.»