“El mundo mejor por el que está luchando el presidente Bush es proclamado todos los días por la televisión, pero la realidad refleja un mundo cada vez peor, donde las palabras “heroísmo” y “grandeza” significan todo lo contrario.” Es la conclusión de
Tomás Eloy Martínez en
Los miedos nuestros de cada día. Una inseguridad promueve otra. Bush y compañía, inseguros y culpables por la forma en que llegaron al poder, han encontrado un discurso que produce miedo para alejar la atención de la ilegalidad de su posición. Lo malo es que el miedo destruye, se filtra en la vida de las personas y va desgastando el alma. Y son los espíritus gastados, corroídos, los que piden siempre la entrada en el totalitarismo.
2004-06-29 11:44 Que lamentable que haya personas que utilicen el poder para crear miedo y que sean inmunes al daño que ellos mismo producen en gente común que no tiene posibilidad de defenderse por no tener quien los escuche y menos que los defienda.