Javier Ortiz destaca la Degradación de los medios (en concreto habla de El País) en los últimos tiempos, un descuido generalizado tanto del contenido como de la forma, y lo achaca tanto a una degradación generalizada de la sociedad como al afán empresarial de los medios.
«No estoy refiriéndome a los contenidos ni a la línea editorial (ése es otro asunto), sino al rigor técnico, profesional. La redacción de los textos es ramplona y descuidada; la mezcla de información y opinión, constante; el montaje, efectista pero confuso; la elección de las fotos, hecha al buen tuntún, como para rellenar… Podría poner ejemplos a mansalva, pero hay algunas pifias de los últimos días que me han dejado estupefacto. ¿Cómo es posible meter una noticia destacada en la que se insiste en afirmar que una procesada que se llama Dolores tiene como nombre de guerra “Lola”? ¿Qué clase de nombre de guerra es ése? Los nombres de guerra se eligen para disimular la verdadera identidad y, que yo sepa, las Lolas siempre han sido Dolores. ¿Tienen previsto decir, la próxima vez que se refieran al último ex premier británico, que se trata de «Anthony Blair, alias Tony»?»