Al parecer el nuevo modelo universitario pretende desligar completamente las funciones de docente e investigador dentro de los departamentos. Miguel Santa Olalla se muestra firmemente en contra de esta opción y lo explica en Contra la separación de docencia e investigación.
«Los futuros profesores sabrán mucha teoría de la educación, nadie lo duda, pero habrán pagado el precio dejar de lado contenidos específicos y propios. En nuestro caso: estarán al día del cognitivismo, pero ignorarán a los filósofos postmodernos, por poner un ejemplo. La intrusión de la psicopedagogía en los más diversos ámbitos de la enseñanza es constatable. Los últimos veinte años han supuesto, entre otras cosas, que las variables psicopedagógicas sean las ideas rectoras del sistema educativo, sin importar la realidad del aula que el profesor, por lo general, conoce mejor que el pedagogo. Los futuros profesores de secundaria sabrán menos de su materia y habrán sido amaestrados en las artes de la transmisión del conocimiento.»