Carlos Martín Urriza analiza en profundidad (no sé si con rigor, parece que sí) El impacto de la inmigración en el mercado de trabajo español y pone en evidencia algunos creencias al respecto, destacando el hecho de que la irregularidad provoca precariedad e indefensión.
«Resumen: El modelo de crecimiento basado en la construcción y los servicios de bajo valor añadido que se desarrolló en España a partir del año 2000, ha generado muchos puestos de trabajo precarios y con poco futuro que, en gran parte, ha rechazado la población española. Muchos de estos empleos son atendidos por trabajadores extranjeros que se encuentran, en muchos casos, en situación irregular, una irregularidad que no es producto de la economía sumergida –como habitualmente se piensa–, sino de la ausencia de mecanismos par asegurar el cumplimiento de las leyes. La irregularidad supone la rebaja de la protección por desempleo del colectivo de trabajadores extranjeros, lo que agrava los problemas de cohesión generados por un modelo de crecimiento que ha incrementado la dualización del mercado de trabajo español entre buenos y malos puestos de trabajo.»