En Las misceláneas de Schott se nos introduce a la obra de Ben Schott, misceláneas y Almanaques que, al menos en nuestra cultura, han venido perdiendo fuerza y presencia desde el Renacimiento, pero que a mí me atrae mucho por su carácter heterogéneo y cronístico.
«Los almanaques en cambio son una continuación de la tradición más pura de los mismos: repasos a la actividad humana en sus diferentes facetas a lo largo de todo un año (desde 2006 hasta hoy en dia). Por desgracia solo las misceláneas han sido traducidas al español y los almanaques son algo demasiado anglocentristas. Pero sigue siendo una delicia pasar de una página a otra sin saber que te espera.»