Paolo Fava muestra su perplejidad ante un libro que se publica en Estados Unidos dirigido a los niños cuyas madres se hacen la cirujía estética. La síntesis podría ser: no te preocupes, cariño, no soy otra sino la misma, pero más bella. My beautiful Mommy, enseñando la cirugía plástica a los niños.
«Como digo, no es el hecho de que se haya publicado un libro para niños explicando la cirugía estética lo que me perturba. Hasta cierto punto, es “razonable” que alguien se preocupe por los niños que llegan un día a casa y descubren a su madre convertida en Pamela Anderson. Lo que está jodido, completamente jodido, es la lógica que hay detrás. Una madre le compra un libro a su hijo para explicarle que va a transformarse en una estaca con dos balones de playa pegados de la que asoman labios como salchichas frescas y una nariz de cadáver tres días descompuesto, y a decirle que eso le hace “más bella”. ¿Qué niño hay que no piense que su madre es la más bella, operada o no? ¿A qué niño le ha importado nunca la celulitis de su madre o que tenga o deje de tener el culo de Jennifer López?»