Ramón Buenaventura reivindica los términos Macho y hembra, hundidos en un marasmo de correctismo, tabúes y clichés.
«Claro está que lo demasiado macho conduce al machismo y lo demasiado hembra al hembrismo; y que estos palabros, son, entrambos, rotundamente peyorativos (bueno: según, porque hay quien vive encantado con su machismo o su hembrismo, sin percibirlos siquiera); pero es que rechazar macho porque ha dado machismo viene a ser como rechazar raza porque ha dado racismo.»
2008-04-19 20:13
El problema es que no hace mucho tiempo en algunos formularios, para indicar el sexo, se te dejaba escoger entre las opciones “varón” o “hembra”, lo cual, como no deja de reconocer implicitamente Ramón Buenaventura, no deja de ser poco equitativo. Las palabras no significan lo que queramos en cada momento, tienen una historia, sus significados y connotaciones sólo existen socialmente, aunque se actualicen en cada intercambio comunicativo. Tal vez la causa de ese desequilibrio en la selección de los términos tenga que ver con las connotaciones de que se ha ido cargando la palabra “macho”. Como que no quedaría bien reconocerse uno como “macho” en un formulario oficial. Por otro lado, la feminilidad sería una especie de fatalidad biológica, animal.
2008-04-19 23:09
La verdad no se cuál connotación puede dársele a “hembra” para que sea ofensiva o denigrante para una mujer, pues hembra incluye todos aquellos atributos que hacen del género femenino un ser poderoso, valga física o intelectualmente. En cuanto a “macho” lo mismo con esta palabra visualizamos todo lo bueno, grande y generoso que que puede ser hombre tanto física como intelectualmente. No imagino en qué contexto podrían resultar términos desagradables. No así son faborables las calificaciones para el tercer y cuarto género; cosa que ya debería tenerse en cuenta en los formularios sin ambigüedades como: M(masculino), F(femenino), “O(otro)”
2008-04-22 05:28
Es zafaratienta la manera como tratamos este chiclaminoso asunto de los generos.
Macho y hembra son los genericos; asi como masculino y femenino.
Empieza a convertirse en un pantiomilico y enfadatisimo problema cuando se aplica a la especie humana.
Es que somos susceptibles y tan fragiles como un jarro de Talavera.
Hay a quien no le gusta Hombre y Mujer; pero hay quien se disgusta cuando se definen los generos como Masculino y Masculona y mucho mas como Machismo y Feminazismo. Algunos no aguantan Damas y Caballeros por considerarlos vomitivamente cursis.
El caso es que los humanos somos calicatenciadamente exagerados y susceptibles.
Los monos son menos complicados.
Donde le fallo a Darwin?
2008-04-22 18:21
Vaya, entonces seré yo quien ve fantasmas y resulta que la gente habla como los diccionarios…
Ser omnívoro es lo mismo que ser un buen apreciador de las más variadas culinarias.
Es verdad, Francisco, que los monos parecen ser mucho menos complicados.