Thermidor hace un apasionante recorrido por la historia de los destructores de instrumentos musicales sobre un escenario, desde Pete Townshend hasta Jimmy Hendrix. El autor no se queda con la anécdota y rastrea buscando las raíces más profundas del fenómeno. Fluxus.
«El momento culmen de la destrucción de guitarras, sin embargo, no llegó hasta el 18 de junio de 1967, en el Monterey Pop Festival. Jimi Hendrix, aún desconocido en su país natal, conquistó al público y finalizó su actuación de forma impactante durante los últimos acordes de Wild Thing: prendió fuego a su Stratocaster y se sentó ante ella como si realizara un ritual. Instantes después, la tomó, destrozó y arrojó sus restos al público. La destrucción de Hendrix era muy violenta y sexual, un orgasmo primigenio, el arte afroamericano reclamando su lugar en la opinión de muchos. El guitarrista expresaría al respecto: “La ocasión en que quemé mi guitarra, fue como un sacrificio. Sacrificas las cosas que amas, yo amo a mi guitarra”. Que The Who tocara justo antes que Hendrix en el festival resulta revelador en parte.»
2008-04-18 19:34
Muy agradecido por la referencia:)
Un saludo.