Con motivo de la publicación de su poesía reunida José Andrés Rojo entrevista a José-Miguel Ullán, uno de los poetas más heterodoxos del panorama contemporáneo.
«La conversación con Ullán sobre su poesía da múltiples saltos. Surgen sus comentarios, y cada uno de ellos recupera un instante, un afán, un descubrimiento. “Si la poesía es lo que no tiene lugar, esos libros permitían fabricarle una morada tangible…”, comenta cuando recorremos los títulos que fue armando con diferentes artistas (Chillida, Palazuelo, Vicente Rojo, Antonio Saura, Sempere, Tàpies, Miró). Y así, poco a poco, saltan distintas salpicaduras: “El matiz es la respiración del poema”. “No podemos desentendernos de lo mucho que nunca acaba de dejarse decir”. “De tener la poesía un territorio, sería el de la duda”. “No conozco poesía que no tenga querencia por lo oscuro. Todo es, de hecho, bastante oscuro”. “Creo que un poeta tendría que tener siempre presente que el lenguaje no es uno más de sus bienes, y menos una prótesis para alcanzar esto o lo otro, sino el bien esencial, con todas sus fluctuaciones y claroscuros”.»