¿Cómo se dan los premios literarios? Pues José María Guelbenzu piensa que mal, muy mal. Es muy interesante el artículo porque no déja títere con cabeza y acusa a los premios españoles, públicos y privados, de, cuando menos, viciados y poco profesionales. Y de fondo una reflexión sobre la valoración del arte.
«El punto de partida de la creación de los premios a partir de la democracia procede de un lamentable error: la idea de que el gusto artístico (el que permite apreciar la calidad de una obra) y el criterio que debe de sustentar las opiniones, son democráticos por el hecho de vivir en una sociedad democrática. Nada más incierto: el gusto y el criterio son producto de una intensa y constante formación y confrontación personal, no de un status predeterminado por el cargo. La democracia no concede necesariamente conocimiento, que requiere del esfuerzo del individuo, sino que tiende a eliminar las trabas para acceder a él.»