Gastón Roitberg escribe sobre La revolución cibercultural /ADN Cultura) que supone la creciente irrupción de internet en nuestra vida cotidiana y los cambios que genera en nuestros hábitos culturales.
«Internet es tan poderoso en su mensaje a la audiencia (por su características autorreferenciales y desterritorializantes), que en los últimos tiempos la dicotomía real-virtual parece haberse corrido a un costado. Como en la vida misma, donde la diversidad social genera conflictos de intereses y puntos de vista, en la Web esa misma diversidad y la oportunidad de generar múltiples identidades allana el campo para que grupos sin voz o contrarios al sistema imperante descarguen su artillería verbal y logística. Aunque, como señala Wolton, si bien el terrorismo se beneficia por algunas características de la sociedad de la información, esa revolución tecnológica es un modo de arrogancia contra muchas sociedades antisistema, que consideran Internet y otras tecnologías como una forma de violencia de los más ricos y poderosos. “No hay que confundir desarrollo tecnológico con cultura y, mucho menos, jerarquizar la cultura usando como parámetro el desarrollo técnico. Un campesino iraquí es culturalmente mucho más rico, con sus cinco mil años de historia, que un campesino norteamericano subido a su tractor climatizado”, dice el sociólogo francés. »