No es por abundar en el tema, pero me encanta la guasa que destila José Aguilar cuando temas absurdos empiezan a tomar ínfulas trascendentales. La primera frase de este artículo es para enmarcarla, pero el resto no se queda atrás. Por supuesto, el motivo es el tupé más famoso de España desde los tiempos de Loquillo: Chikilicuatre

«No hay nada que guste más a los españoles que una buena polémica que les permita dividirse en dos bandos irreconciliables.Política aparte, España es hoy un inmenso reñidero a cuenta de Ricardo Chikilicuatre, el inefable intérprete —en realidad no es un cantante, sino un actor, que se llama David Fernández— de la inefable canción que representará a España en el próximo Festival de Eurovisión.
Son bandos disparejos. Los que se oponen a la gansada por considerar que un país serio no puede hacerse representar por una cuchufleta semejante son una minoría. Circunspecta, solvente y patriótica, pero minoría, que de momento haría bien en preguntarse si de verdad creen que España es un país serio. La inmensa mayoría, por el contrario, ha aceptado al enano del tupé y la guitarrita. Sin darle importancia, como una cachondada más de este país tan contento de haberse conocido.»