Hace tiempo Marcelo Figueras entrevistó a Paul McCartney y se le olvidó su propia mitomanía, de manera que aquel momento único se le pasó sin apenas darse cuenta. Dentro de poco tiene que entrevistar a Bob Dylan y recuerda aquella oportunidad perdida de ser mitómano, para que no vuelva a ocurrirle. En attendant Dylan.
«Volé veinticuatro horas y me encontré con McCartney en su camarín del estadio, un par de horas antes del show. Conversamos con la mayor de las naturalidades, como si nos conociésemos desde siempre -como si fuésemos iguales. Después de la entrevista me quedé en el estadio para presenciar el concierto. Debo haber sido el único occidental que había allí, más allá de la banda y de sus técnicos. Con el correr de los temas, entre los cuales había muchísimos del repertorio Beatle, y bajo el influjo de las imágenes de archivo que se proyectaban durante el show, empecé a caer en la cuenta de lo que había hecho. No había estado en presencia de un tipo más, de un simple artista talentoso y/o de éxito, sino de uno de los hombres que le había dado forma a mi alma.»