El cometa Halley es el resumen que Fernando del Álamo hace del libro de Asimov del mismo nombre, y en el que se aborda una historia de la aparición y estudio de los cometas.
«Existen apariciones registradas de cometas absolutamente espectaculares. En 1811 apareció uno que fue visible durante medio año cuya cola medía más de 160 millones de kilómetros. Se mantuvo muy brillante durante muchas semanas. No sé si os hacéis una idea de esa longitud, pero sabed que es más que la distancia de la Tierra al Sol. En 1843 apareció otro que, probablemente, fue más brillante. Su cola abarcaba una cuarta parte del cielo. Sabed también que durante su recorrido, cuanto más cerca del Sol están, más deprisa van. Mientras que el Halley se acerca a 85,5 millones de km en su perihelio, el de 1843 pasó a tan solo 800.000 kilómetros del centro del Sol o, lo que es lo mismo, 120.000 km de la superficie solar. La velocidad a la que debió pasar por esa zona debía estar en torno a los 2 millones de km/h (550 km/s) y en sólo un día recorrió tres cuartas partes de la vuelta alrededor del Sol. Este cometa pertenece a la categoría de los cometas “rasantes”. El Halley no lo es.»