Kenneth Chang habla de Salvar el planeta Tierra… con gasolina, una propuesta de reversión del CO2 de la atmósfera de nuevo a combustible con el que alimentar a los vehículos. Naturalmente no es magia, se requiere mucha energía, que podría ser nuclear.
«Si dos científicos del Los Alamos National Laborarory, en EE UU, están en lo cierto, dentro de 50 años seguiremos conduciendo coches de gasolina y lanzando a la atmósfera grandes cantidades de dióxido de carbono, ese gas que atrapa el calor, pero el dióxido de carbono no calentará el planeta.
La idea es sencilla. Se bombea el aire sobre una solución líquida de carbonato de potasio, que absorbe el dióxido de carbono. Luego se extrae ese dióxido de carbono y se somete a reacciones químicas que lo convierten en combustible: metanol, gasolina o combustible para aviones.»