El sistema d’ Hondt por el que se rige nuestro sufragio universal, cuántos votos cuesta un escaño en una provincia, si realmente el voto en blanco favorece o no a los partidos mayoritarios, cómo cambiarían los resultados si aplicáramos el sistema d’ Hondt eliminando las votaciones por provincias, o si aplicásemos directamente una persona = un voto… todo esto y hasta el voto útil, tan presente en estas elecciones, nos lo explica muy clarito Eugenia Redondo en Mitología electoral: ¿Sabes votar? , con enlaces muy interesantes.
« Treinta años de democracia, nueve elecciones parlamentarias (con estas diez), y aún tenemos dudas sobre lo que pasa desde que depositamos nuestro voto en la urna, hasta que los partidos se reparten los escaños del Congreso, y se elige presiente del Gobierno. ¿Valen lo mismo todos los votos? ¿Es lo mismo votar en Ceuta que en Madrid? ¿Qué pasa si voto en blanco? ¿Y si no voto?
¿Sabes lo que supondrá tu voto?
La culpa de todo este embrollo la tiene un tal Víctor d’Hondt, un jurista belga que, en el siglo XIX se inventó un método para hacer reparticiones proporcionales. El sistema acabó utilizándose en política para hacer el reparto de escaños de un parlamento y hoy en día se aplica en Argentina, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chile, Colombia, Croacia, Ecuador, Eslovenia, Finlandia, Guatemala, Irlanda, Israel, Japón, Países Bajos, Paraguay, Polonia, Portugal, República Checa, Suiza, Turquía, República Dominicana y Venezuela. En España elegimos diputados de esta forma desde 1977.
D’Hont es una especie de juego matemático. ¿Las reglas?:
1. El sistema se aplica de manera independiente en cada provincia española, aunque el partido se presente a las elecciones en todo el territorio nacional.
2. Cada provincia tiene un número de circunscripciones (cada circunscripción representa un escaño del Congreso) asignadas en función de su población. Así, mientras Madrid y Barcelona tienen 35 y 31 circunscripciones respectivamente (es decir, que aportarán 35 y 31 diputados a las Cortes), en otras provincias menos pobladas hay menos circunscripciones, como en Soria con tres, y Ceuta y Melilla que tienen una cada una.
3. Sólo participan en el juego aquellos partidos que hayan obtenido más del 3% de la votación.»